29 abril, 2009
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A hora la ronda del Fútbol Popular

  

ronda3Un nuevo sábado de fútbol en el campito popular de Yerba Buena. El juego estaba bonito, la práctica tranquila, al igual que el clima de la tarde. Ale tocaba con Sofi. Miguel gambeteaba a Carlitos, pero chocaba contra Darío. Bebi la recuperaba y asistía a Mariano, que se la pasaba a Osvaldo, taquito y Tubi quedaba desparramado por el piso después de la gran definición de Elías. Jorge la iba a buscar adentro del arco para sacar. Hasta que apareció Mochi, que quería sumarse a alguno de los dos equipos. Con el partido, las pulsaciones iban más rápidas que el reloj del recién llegado. Las respuestas fueron inmediatas: que no juegue para ninguno. Así estamos bien. Vamos parejos. Llegó a cualquier hora. Es muy morfón.

 

La negativa no tardó en volverse ronda y la ronda en discusión en busca de consenso. Si bien en principio la argumentación era matemática y se basaba en el posible desequilibrio del encuentro, luego derivó en temas de horarios y de respeto por el compañero. Además, hubo reclamos sobre alguna reacción y también sobre formas de jugar individualistas.

 

reloj5Cualquiera puede tener un problema y faltar o llegar tarde, pero éste es el espacio para plantearlo. Para eso, nuestro fútbol es popular, lo hacemos entre todos y para todos. Por eso, necesitamos que participemos en conjunto, porque, colectivamente, es más fácil encontrar soluciones. La reflexión se hizo larga y sustanciosa. Al igual que cuando alguien la saca sobre la línea, la connotación mala del rechazo siempre puede transformarse; se volcó en aprendizaje. Mochi escuchó, aceptó los reproches y reconoció que había llegado tarde, que es un poco calentón y que a veces le cuesta soltar la pelota. Del error, la crítica y la autocrítica, se construye y nace el compromiso. Ese compromiso que esperamos de Mochi el próximo sábado en Campo Norte a las 18 clavaditas. Para seguir jugando en equipo.