En nuestra batalla de ideas, hay lápices, libros y sueños en lugar de balas, tanques y bombas. Destruyamos juntos la apatía y la desesperanza. Andamos para encontrar: entrenadores que sepan hacer jugar, aunque no sepan hacer ganar; músicos con vocación, que usen el pentagrama de pizarrón; maestras dispuestas a aprender, en espacios de educación popular; estudiantes dispuestos a enseñar, en espacios de apoyo escolar; pensadoras con ganas de embarrarse; embarrados con ganas de pensar; gente que entienda de economía popular; economistas que entiendan de gente popular; cooperativistas de ley; abogados cooperativos; voces que no se callen, ideas que no se conozcan, sueños que no se duerman