Desde la diversidad religiosa y desde la reivindicación de los hombres que lucharon y siguen luchando por una sociedad más justa, queremos compartir un texto escrito por el Padre Carlos Mugica, quien vivió para su militancia y murió asesinado a causa de su compromiso social.
Meditación en la villa
Señor, perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos, que parecen tener ocho años, tengan trece:
Señor, perdóname por haberme acostumbrado a chapotear en el barro; yo me puedo ir, ellos no;
Señor, perdóname por haber aprendido a soportar el olor de las aguas servidas, de las que me puedo ir y ellos no;
Señor, perdóname por encender la luz y olvidarme de que ellos no pueden hacerlo;
Señor, yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no, porque nadie hace huelga con su hambre;
Señor, perdóname por decirles “no sólo de pan vive el hombre”, y no luchar con todo para que rescaten su pan;
Señor, quiero quererlos por ellos y no por mí. Ayúdame.
Señor, sueño con morir por ellos: ayúdame a vivir para ellos.
Señor, quiero estar con ellos a la hora de su luz. Ayúdame.
impresionante… me congeló la sangre.
Solo para querer hacerla correr,
graciass