Es poeta y pregonero, y el verbo ser es presente porque no murió en su pregón, porque sus “versos viven y son pregones de un pueblo entero”. Y si el pregón es del pueblo, será revolucionario. Siempre luchó y escribió para que se cumplan los sueños, para que el pueblo sea el dueño de su destino naciente. Como el pregón dice aquello que es mejor que todos sepamos, con su constante mirada, siempre nos tiene despiertos, con su poesía y su voz. La voz de todos nosotros: él es uruguayo y cubano, porque es latinoamericano. El es ellos, pregoneros. Ellos son todos nosotros.
«José Martí pregonero», por Mario Benedetti:
Tu nombre es como el crisol
donde se funde la hazaña
tu nombre es como la caña
que endulza con lluvia y sol
de su destino naciente
sólo tu pueblo es el dueño
cual figuraban en tus sueños
por fin es libre tu gente
José Martí pregonero
no moriste en tu pregón
tus versos viven y son
pregones de un pueblo entero
tu isla exporta el verano
y hay flamboyán y justicia
la buena tierra nutricia
da frutos para el cubano
tu nombre es como el crisol
donde se funde la hazaña
tu nombre es como la caña
que endulza con lluvia y sol
tan sobrio y tan desbordante
tan bueno y tan orgulloso
tan firme y tan generoso
tan pequeño y tan gigante
tan profundamente isleño
tan claramente cubano
tan latinoamericano
en tu suelo y en tu sueño
siempre nos tienes despiertos
con tu constante mirada
con tu suerte despejada
y con tu fe de ojos abiertos
tu nombre es como el crisol
donde se funde la hazaña
tu nombre es como la caña
que endulza con lluvia y sol.