Desde el 31 de enero de 2009, nos falta un compañero de 16 años, que se negó a robar para la Policía, a pesar de las amenazas que había sufrido en el destacamento de Lomas del Mirador. Su hermana, Vanesa Orieta, sigue luchando, mientras los ocho canas que estuvieron en funciones esa noche gozan de impunidad. Que aparezcan Arruga, López y la Justicia.
No les alcanza con despojarnos de nuestras tierras, ni con negarnos el acceso a un trabajo digno. Por si acaso, nos violan, física y moralmente, criminalizando nuestra cultura y endilgándonos delitos sistemáticamente, para limitar nuestras oportunidades. Así de fácil, quisieron acallar una voz, que hoy sale de La Garganta. ¿Y Luciano?
Su crimen fue negarse a robar, rechazar el mandato de la Maldita Bonaerense, que luego de una detención ilegal, y diversas amenazas, lo desapareció un 31 de enero. No es una historia de las 30 mil que pudieran tener este preámbulo, aunque el dolor sea igual: Luciano desapareció en 2009, en plena democracia, cuando tenía 16 años.
Nadie sabe dónde está, a pesar de la fuerza y el valor de su hermana, Vanesa Orieta, en su lucha inclaudicable: “A más de dos años de su desaparición, se siguen violando los derechos de mi hermano, porque se lo sigue investigando a él, mientras los ocho policías que estuvieron en funciones esa noche, en el Destacamento policial de Lomas del Mirador, continúan trabajando como si nada hubiese pasado”.
Hay testigos que vieron cómo le pegaban y lo subían a un patrullero. Hay rastrillajes que revelan que Luciano, esa noche, estuvo en un móvil del Destacamento policial. Hay una impunidad absoluta. “La causa todavía figura como averiguación de paradero… Está claro que no hay ganas de esclarecer el caso”. Daniel Scioli, el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, no dedicó ni una hora, de las más de 19.200 que pasaron desde aquella noche, para recibir a la familia. “Y habla de mano dura… Afín a esta Policía corrupta, endurece sus medidas sobre nuestros barrios”.
– ¿Qué te genera la indiferencia del máximo responsable de la Bonaerense?
– Creo que Scioli debería blanquear la problemática del gatillo fácil, porque la política de Derechos Humanos del Gobierno nacional no tiene nada que ver con la provincial, que es totalmente represiva, al amparar desde la complicidad.
– A partir de la desaparición de tu hermano, ¿qué descubriste?
– Que había muchos pibes asesinados por la Policía. Y eso que sólo son los datos que se llegan a denunciar… Es alarmante lo que ocurre en los barrios más humildes, porque la Policía controla los expendios de droga que matan a los chicos de Paco, y coopta a menores para mandarlos a robar. Cuando ya no quieren más, o simplemente dicen que no, terminan asesinándolos.
Hace dos años, la vida de Vanesa cambió radicalmente. Y hace dos meses, se enteró que va a ser madre. Su lucha y luz iluminan ahora el camino de otras mujeres comprometidas: “Un chico por día muere a causa de gatillo fácil; y entonces, ¿cómo no pelear por una sociedad justa? Hay muchas mujeres en esta lucha, porque estamos más abocadas al día a día de los chicos”.
Infinitas manos empujan a Vanesa, con la fuerza de 30 mil y muchos compañeros más. “La gente pobre no es asesina, ni chorra, ni violenta. Eso es un estigma que se nos incorpora, y que debemos romper, porque en los barrios humildes viven muchos laburantes”. Con la misma energía que usaba para juntar cartones en su barrio 12 de Octubre, de Lomas del Mirador, también grita Luciano desde la garganta de Vanesa, para que todo el mundo escuche que dijimos Nunca Más: “Defender los Derechos Humanos tiene que ver con la memoria, pero también tiene que ver con el presente”. ¿Y Luciano?
Letras: William Cartagena, redactor de La Garganta Poderosa; Barrio Rodrigo Bueno.
soy de isidro casanova y paricipe de muchas de las movidas y recitales que se hicieron por LUCIANO.
es indignante como el gobierno de scioli, el nacional y toda la oposicion , se hizo la pelotuda con este caso . un pibe desaparecido mas!!!!
claro era pobre!!!
Sí, cada día vamos a ser más! Saludos!
Lamentablemente, sí, las columnas de la Bonaerense y la Federal siguen formadas por vértebras putrefactas, que también conformaron el esqueleto represivo de la última dictadura militar. De cualquier partido, galaxia o religión, ojalá seamos cada día más pidiendo el desmantelamiento urgente de ese aparato represor que todavía tiene olor a Etchecolatz.
Pero la Policia que reprimió, insultó, golpeó y maltrato física y piscológicamente en Gesell a los chicos que vendían, era la Federal. Amparadapor Scioli, verdad? tal vez no sean tan distintas al fin y al cabo.