10 abril, 2012
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Somos Facundo

Somos FacundoSu mamá había denunciado tres veces los riesgos que implicaba ese árbol, ahí, junto a la casa 58 bis, de la manzana 24, en la Villa 21. Desde la puerta hasta el potrero, ella misma solía gritarle, para que guardara la pelota y se metiera en la casa, cuando la lluvia se largaba muy fuerte. Por eso, ese día, Facu se refugió en su cuarto. Tenía 13 años. Y un montón de sueños.
A cinco días del dolor más grande que pueda padecer una familia, no tenemos ni una puta respuesta, ni una tímida reacción, ni una sola declaración, de los responsables. No se trata del muerto número uno, ni la víctima número seis, ni el segundo fallecido, ni el tercer caso confirmado: Facundo, se llamaba Facundo.
Y desde ahora, no sólo será el motor de estos dos padres, que han perdido a su único hijo. Será, para siempre, el motor de todos los que andamos en La Poderosa, cada día y cada noche, buscando sin cesar una Ciudad con lugar para todos.
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