Llegamos cansados, agitados, extenuados y destruidos, pero sobre todo conmovidos por esa tremenda fuerza y ese tremendo amor que contagia la vigilia de Lomas del Mirador. Tal como les dijimos, ahí caímos, varios micros llenos de Lucianos, para gritar por el periodismo de los Derechos Humanos, en una jornada intensa que compartimos con el Colectivo de Trabajadores de Prensa, la Red de Medios Alternativos y muchos otros comunicadores autogestivos. Pues a casi 5 años de su desaparición forzada, pasa de todo, ¡pero no pasa nada! Por eso, a espaldas de los responsables que se esconden o se dan a la fuga, los pibes de las asambleas poderosas jugaron la “Copa Luciano Arruga”. Y al cierre la jornada, hicieron estallar una batucada, entre canciones y lágrimas cargadas de emociones: los dos equipos que jugaron la final le entregaron este cuadro a una luchadora infernal, esa hermana universal que se ganó el respeto de todo planeta, desde Marte hasta Zavaleta… ¡Sos gigante, Vanesa Orieta!
