Perdidos en esa marea de micrófonos inmensa, aparecimos de pronto en la zona mixta de prensa, desbordando silenciosos por un andarivel, entre todos los colosos que intentaban atrapar a Lionel, Arrastrados por las olas de la televisión, tener una nota a solas no se presentaba ni siquiera como una opción. Pero acostumbrados a intentar, fuimos tras la utopía para empezar a caminar…
Y aunque el tipo estaba rodeado por un torbellino arrasador, ahí nomás prendimos el grabador. «El 0 a 0 nos complicaba mucho, porque hubiera sido muy duro enfrentar a Nigeria sin estar clasificados. Lamentablemente, no estamos demostrando todo lo que podemos dar, pero sé que vamos a conseguir una mejor versión de nosotros mismos, porque somos los primeros críticos de nuestro nivel. Por momentos, se hace difícil encontrar espacios en estos partidos, pero así y todo tuvimos algunas chances y pudimos ganarlo, que es lo importante”.
Asfixiado todavía por el malón, terminó empujado también a realizar una aclaración, para que no sigan guionando la novela de su relación con Sabella: “Mis declaraciones no tenían maldad, ni la intención de instalar la polémica que armaron, porque Alejandro se maneja de una manera excelente con el grupo y habla continuamente con cada jugador. Yo sólo opiné sobre lo que habíamos visto. Y nada más”.
Siempre con las pelotas bien puestas, brindó todas esas respuestas que ahora miles analizarán, en relación a los sustos que pasamos con Irán. “Con espacios, nosotros hacemos daño, pero ellos nos bloquearon bien. Y sin esos espacios, nos cuesta juntarnos, porque no podemos ser verticales. De todos modos, en el segundo período nos soltamos un poco más y el gol fue el desahogo que necesitábamos para la clasificación”.
Culminado el tiempo previsto para la atención, mucha gente de traje lo empezó a retirar del salón, sin que lo pudiéramos haber saludado: “El plantel está apurado”. Pero en medio de ese barullo que nos encanta, explotó otro grito de La Garganta, que llegó hasta el oído de Lío, porque en verdad se escuchó en todo Río… Sí, nos miró, se acercó, se sonrió y, a espaldas de la prensa amarilla, definió un mano a mano de cara a la villa.
– Lío, ¿qué sacaste para afuera con ese grito?
– Saqué para afuera toda la alegría de poder convertir otro gol y de poder conseguir tres puntos otra vez, que eran muy importantes por cómo se ponía el grupo si no ganábamos. De verdad, hoy no siento presiones, y menos ahora que tengo la tranquilidad de saber que clasificamos. Hacia adelante, sólo nos queda mejorar. Y tenemos con qué…
– Nos pone felices escuchar que no sentís las presiones, ¿pero cuántos kilos llevás en esa mochila?
– Ja, de verdad, no siento que sea mía la responsabilidad absoluta, sino de toda la Selección. Y si bien es cierto que tenemos esa responsabilidad, es linda, por toda la gente que alienta en cada partido, desde la cancha o desde donde pueda. Por ellos, por ustedes, intentamos hacer siempre lo mejor, en busca de conseguir finalmente el principal objetivo.
– Y la última, Lío, antes de que te lleven, ¿la estás pasando bien?
– Sí, amigos. Al Mundial, por ahora, lo estoy disfrutando muchísimo.
– Gracias, genio, ¡nosotros también!