Primero, ante todo: GOOOOLLL. ¿Cómo vi el partido? GOOOOOLLLL. ¿Qué me pareció Suiza? GOOOOOLLL. ¿Qué rival quiero en cuartos? GOOOOOLLL. ¿Por qué sufrimos tanto? GOOOLLL. ¿Quién fue la figura? GOOOL. ¿Y algo para agregar? GOOOOOOLLLL, ¡carajo!
Si quieren, repensemos el partido, debatámoslo, estudiémoslo, critiquémoslo… Pero antes, disfrutémoslo, porque ac…abamos de clasificar a los cuartos de final. ¿Te quedaste mal? ¿Esperabas una goleada fenomenal? ¿Querías pasar salticando, como si los suizos fueran de papel crepé, cantándole canciones a Pelé? Y bueh, yo también, pero si el Mundial fuera una boludez, lo ganaríamos cada dos por tres…
Lejos del funcionamiento ideal, volvió a ganar la Selección Nacional, resolviendo un partido que se había puesto jodido, porque sabíamos que se complicaba si no se abría de entrada. Con el correr de los minutos, nos jugó en contra cierta inmadurez y nos empantanamos otra vez, en ese apuro innecesario que termina favoreciendo al contrario. Pero con autoridad, el equipo recuperó la serenidad y, antes del segundo tiempo, cerramos barato el primero… Nos salvó el Chiquito Romero. Y qué, ¿eso no suma para bien? ¿No cuenta como esmero? El equipo también incluye al arquero.
Como preocupante, siempre hay más atrás que adelante, porque los marcadores centrales volvieron a verse desconcertados, aunque no fueron tan atacados. Y entonces habrá que seguir laburando en esa zona, porque una potencia no te perdona… Por lo pronto, seguimos dando importantes pasos, pero aún abusando de los pelotazos en terreno dividido, algo que no tiene ningún sentido. Pues esa búsqueda frontal hizo agrandar al rival, que hoy terminó ganándoles muchas veces las espaldas a Gago y a Mascherano, de la mano de ese Shaqiri, que no es ninguna mentira… Te hace bailar como Shakira.
Pero justo entonces, cuando me empezaba a preocupar, Argentina cambió decididamente su forma de jugar. Aun sin brillo, pero con más compromiso, puso la pelota contra el piso, no se desesperó y lateralizó sus oportunidades con criterio, sin genialidades, ni ningún misterio. Gago la empezó a pedir. Zabaleta empezó a subir. Y Rojo otra vez nos hizo aplaudir… ¿O todavía lo van a discutir?
Ojo, amigos, porque del otro lado también hay un equipo entrenado, sólido, ordenado… Suiza se plantó bien, aunque no tuvo cambio de ritmo, y nosotros no lo pudimos liquidar, porque los de arriba todavía no se terminan de encontrar. Más allá de los nombres, Higuaín queda muy solo y la línea de comunicación parece rota, cuando Messi debe retroceder tanto para buscar la pelota.
Por eso, hasta el minuto 90, seguimos sufriendo más de la cuenta y fallando en el anteúltimo pase, mientras nos preguntábamos por Lío… Pero el apellido ni lo llego a poner, porque cuando movés la lengua, el tipo te la hace morder. Casi condenados a los penales, se hizo caudillo y volvió a dar muestras de su solidaridad, con esa pelota para la eternidad, que nos volvió a sacar de la oscuridad. Tal como zafaron Francia, Holanda y Alemania, aprovechando una distracción del rival, Messi convirtió a Di María en ídolo nacional…
Puro talento y corazón, ese Fideo que gritó por la urbanización hoy volvió a inflar las redes, haciendo paredes… Por lo demás, los especialistas ya agregarán un montón, pero yo me quedo con la suerte del campeón. Y con toda esta alegría que me da la Selección, desde este nuevo rol… ¿Qué le diría a Sabella? GOOOOOLLLLL.
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