Ustedes lo saben bien, nosotros también: si se investiga su lado oscuro, macana por macana, seguro, pero seguro igual irá en cana. Y a otro lado con los gritos, porque sí, ahí deben estar quienes cometen delitos. Pero hay que aguantar la ansiedad. Calma, de verdad. La gente no puede ir presa así como así, por antojo de un gobierno soez o por los favores que debe un juez. Hay que esperar, sólo esperar los tiempos de la democracia, desenmascarando cada falacia, manteniendo el tema vivo y exigiendo que revuelvan todo su archivo, hasta la última moneda que robó, porque que choreó, choreó. Nos choreó. Y nos choreó porque se lo permitieron a conciencia, dándole una mano para que hiciera eso… Paciencia, tarde o temprano, Niembro terminará preso.
¿Y?
¿Usted abona?
¿O pensaba que estábamos hablando de otra persona?
Ojo eh, mucho ojo con la doble vara, porque si de repente se tratara de alguna otra figura sospechada, que también debiera ser minuciosamente investigada por arrastrar una acusación muy dura, pero con la piel bastante más oscura, sin la solemnidad del periodista neomenemista, dueña de una identidad indigenista, capaz encima de ostentar poder, reivindicando la autoestima de una mujer y pateando los portales de la sumisión, pues ni en pedo hubiera podido aguardar los resultados finales de la investigación, exenta de los jurados morales de la televisión y los alambrados raciales de la prisión. Ni por milagro. Ni por Milagro.
