Porque confiamos en la voluntad a prueba de engaños, esta semana celebramos la dignidad y el tercer cumpleaños de una comunidad que sueña, transformando su realidad desde La Poderosa linqueña, otra asamblea fundada por “vecinos sin techos”, que hoy son argentinos defendiendo derechos. Por eso, luchamos. Y por eso brindamos, aunque nos vendan malos, sucios o feos, mientras consensuamos nuestros 3 deseos, porque falta trabajo para los de abajo y porque aún seguimos batallando por el alimento contra los mismos molinos de viento, con valor, con actitud y con organización, para nuestro propio deleite…
Amor.
Salud.
Y aceite.