5 agosto, 2016
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Sí al guiso, no a la droga

Cuando no existe la inclusión a través del trabajo, las drogas disfrazan el hambre de los de abajo. Por la estigmatización que sufrimos, muchas veces cambiamos la presentación de nuestro currículum, y hasta la dirección, para poder conseguir un poco de guita. Y muchas, muchas veces, ni siquiera eso nos alcanza. Ante esta situación tan acuciante, a algunos se nos pasa por la cabeza mil veces bajar los brazos, sumergirnos en cualquier basura para que todo duela un poco menos. Y entonces, cuando todo parece estar perdido y nada tiene sentido, vale lo mismo la vida que la muerte. Pero hay otra opción que siempre es mejor: lucharla todos los días, unirnos a otros, que otros se nos unan, y entre todos, salir a flote.

 

 

Desde abril, en La Costanera, arrancó un comedor nocturno donde vecinos laburan a pulmón, sirviendo comida cocinada con el corazón. Funciona los martes y jueves, con un claro objetivo: ayudar a jóvenes en situación de calle y con problemas de adicción.  El empuje surgió de los integrantes del grupo juvenil Ganas de Vivir, pero funciona como un dispositivo de adicciones con la supervisión técnica del equipo territorial de Desarrollo Social, y de la Secretaría de Prevención en Adicciones de la provincia. El comedor empezó gracias a las donaciones, y hasta el día de hoy se sostiene de la misma manera.

 

 

 

Son las 16 horas. Estamos en el patio de Blanca Ledesma, vecina referente de las Madres del Pañuelo Negro. Con fuego hecho a leña, Isabel “Chabela”, y Elsa, inician un guiso en olla popular.

 

“La droga está más barata que un sándwich”, nos contó Elsa, mientras las últimas brasas terminaban de cocinar un tremendo menú.

 

El espacio físico también es una dificultad, ya que por el momento, el grupo está haciendo uso de la Casa Pastoral del barrio, en un horario limitado para el trabajo que se lleva cabo.

 

En la Costanera exigen que el Estado esté presente, para sostener este espacio de contención, mientras que el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia envía raciones insuficientes.

 

Política Alimentaria le exige al grupo formar una organización con personería jurídica para poder bajar mercadería. Quizá esta institución no entiende: “Si no tenemos ni para un plato de comida, ¿cómo vamos a tener para tramitar una personería jurídica?” expresa con tono irónico Isabel.

 

 

Estos gladiadores la siguen luchando, sin  someterse a ningún circo, porque dos días a la semana sirve pero no alcanza, porque para ganarle a las adicciones hay que tener por lo menos todos los días llena la panza, y porque les sobran las ganas y las esperanzas.

 

Si querés colaborar, comunicate con ellos al (0381) 15-5112288 o 15-6382356.

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