18 septiembre, 2016
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El verbo de la Justicia

Yo te absuelvo, tú la absuelves, él la absuelve, nosotras la absolvemos, vosotros la absolvéis, ellas la absuelven.

 

Todos los géneros, pronombres personales, y conjugaciones del verbo “absolver” estarán presentes en nuestras cuerdas vocales, durante los próximos 50 días hábiles durante los cuales la Corte Suprema de Tucumán reverá la sentencia de Belén.

 

 

Vamos a conjugar el verbo “acabar” en tercera persona del singular a esa maldita costumbre de hacer sentir culpables a las mujeres que no ejercemos la maternidad. Y nuestra verdad absoluta sigue siendo el verbo “reflexionar” conjugado en presente, que es el único tiempo verbal en que el cambio por una sociedad cada vez menos machista se puede pensar y militar.

 

“Belén está mejor, haciendo terapia, volviendo a su vida, con todo lo que significa haber salido de la cárcel que fue un gran paso. Pero le falta sacarse las rejas de la cabeza”, dice Soledad Deza, su abogada.

 

El movimiento de mujeres de Tucumán fue una pieza clave para que hoy Belén este en su casa, junto a su familia. Esta fuerza emanó desde el interior de la sororidad de esas mujeres que decidieron no quedarse en sus casas para escribir “Libertad” en el expediente de la humanidad.

 

Sin embargo, la lucha no ha finalizado. Soledad manifestó que desde ahora, “arranca un proceso que es la continuidad del anterior, que finalmente haya justicia. Hasta acá tuvimos la libertad, pero necesitamos que se la absuelva para que esté libre de culpa y cargo. Está pendiente el recurso de casación para que la Corte de la Provincia revea su sentencia. Tenemos un dictamen favorable del Ministro Fiscal que dice que la causa es nula desde fojas 1, y que la condena nunca tuvo fundamento”.

 

Se suma al accionar de la Justicia, la desinformación que producen los medios hegemónicos, para los cuales Belén es una asesina, una criminal o, en el mejor de los casos, una mujer desagradecida de la vida que daría. Estos prejuicios que acompañan al juicio no tienen en cuenta que nunca se haya comprobado el ADN del feto hallado. Sin embargo, la Mesa por la Libertad a Belén encontró una forma más cariñosa de acompañar a la Corte: el pasado viernes hubo un abrazo masivo a Tribunales, como el que cada día recibe Belén.

 

Para su abogada, “Belén absuelta tendría el significado de que se hizo justicia, que las mujeres abortantes cuando acuden a la salud pública igualmente tienen derechos y son pacientes, no delincuentes. Finalmente, sería un reconocimiento para una persona encarcelada preventivamente de forma injusta, que nos pone en peligro a todas. Su libertad y su inocencia van a ser la inocencia de todas las mujeres que están en peligro”.

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