26 octubre, 2016
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En Tucumán, marchamos por la ley de emergencia social

Los trabajadores de la economía popular, los que quedamos afuera del mercado laboral formal, nos golpeamos el pecho llenos de orgullo por los trabajos que fuimos creándonos para batallarla en un campo minado de exclusión, donde abunda la competencia y el pisar cabezas, donde se achican las fuentes de trabajo y emerge con fuerza el sálvese quien pueda, donde el miedo a quedarte sin nada o sin todo algunas veces te hace perder la cabeza.

 

Pero no nos comemos el cuento de la buena fortuna ni la meritocracia como vías para saltar de la precariedad a la normalidad.

 

El meollo viene tergiversado desde el Estado, desde los medios de comunicación que le dan una mano mientras con la otra se tapan la boca, y desde los sindicatos burocratizados que engordan sus filas con la misma lógica de ensanchamiento que tiene la teoría neoliberal del enriquecimiento derramando pobreza antes de derramar cualquier gota: para todos ellos somos lo que sobra por fuera de los límites naturales de la oferta y la demanda, para todos nosotros somos lo que falta dentro de los límites de lo socialmente necesario para construir una economía que priorice la dignidad de cada ser humano.

 

Que tenemos ovarios y huevos para salir adelante es una ley absoluta comprobada hace años, pero este sistema brutal que hoy tiene su mejor representación a cargo del Gobierno Nacional, que justifica el desempleo apelando a que fuerzas extraordinarias de la lógica mercantil que hace más de 100 años nos viene cagando serán instituyentes de la nueva Argentina con pobreza cero, hace que todo nos cueste mucho más.

 

Por eso, una vez más nuestro consenso asambleario recorrerá las calles de Tucumán junto a otras organizaciones del campo popular exigiendo trabajo genuino y la urgente declaración de la Emergencia Social.

 

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