11 octubre, 2016
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Violencia institucional también es mentir

* Por Gabriela Carpineti y Nahuel Berguier.

Como abogados patrocinantes de Iván Navarro y Ezequiel Villanueva Moya, constituidos querellantes a raíz de los hechos de público conocimiento por los cuales tramita una investigación penal caratulada como “Tortura, robo y lesiones” en el Juzgado de Instrucción Nro. 6, queremos desmentir enfáticamente las declaraciones vertidas por el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, en la agencia Telam durante el día de hoy.

El funcionario se refirió a nosotros, a las familias y a sus compañeros, de manera deshonesta y mentirosa, al afirmar que “desde el primer momento” se comunicó con los abogados y La Poderosa para ponerse “a disposición de la familia”, recibiendo de nuestra parte un supuesto agradecimiento y un compromiso de trabajo conjunto. No sólo falta a la verdad, sino que además burla el dolor de las familias, intentando instalar una rotunda mentira, expuesta por los propios trabajadores de su dependencia que repudiaron su nula intervención mediante un comunicado, apenas 48 horas antes. Nunca, en ningún momento hasta el día de hoy, ningún funcionario de la Secretaría se comunicó con los abogados, ni con las familias de los jóvenes torturados.

Dado el caso, le hubiésemos consultado sobre la situación de los prefectos detenidos, las sanciones, la investigación interna y la fiscalización del procedimiento de exoneración. De seguro, también le hubiéramos preguntado por el Programa sobre Uso Racional de la Fuerza que el Ministerio de Seguridad decidió abandonar y por los estigmatizantes “Operativos de Control Poblacional” que su gobierno promueve. Pero además, le hubiéramos pedido explicaciones por la falta de respuestas del PRONALCI y por el Centro Ulloa para la Asistencia integral de víctimas, que hubiera sido de gran utilidad para Iván y Ezequiel, de no haber sido desmantelado durante su gestión.

Todas estas políticas por parte de Avruj, no hacen otra cosa que gestualizar un total desinterés desde el Estado frente a los episodios de violencia institucional, que indudablemente se ven recrudecidos bajo este manto grotesco de silencio oficial. Pues la violencia institucional sufrida por Iván y Ezequiel se potencia cuando un funcionario con responsabilidades políticas y púbicas MIENTE, manipulando la información, al servicio de intereses contrarios a los Derechos Humanos.

Todavía no entendieron que no estamos solos.
Y que por suerte existen las redes.
Todavía no entendieron que todos nosotros somos todos ustedes.