16 diciembre, 2016
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¡Liberen a la machi Francisca!

Juana Linconao es integrante de la comunidad mapuche chilena. Tiene 80 años sobre los hombros y una mirada firme que contagia energía y fuerza. Ella es hermana de la líder de la comunidad, la «machi» Francisca Linconao Huircapán, que hoy es presa política.

 

 

La comunidad Mapuche de Lof Rahue viene nadando contra una fuerte corriente hace muchos años, desde que su machi (autoridad religiosa, médica y protectora de estos pueblos) comenzó a reclamar por el Cerro Rahue, ubicado en Padre de Las Casas de ese país. En 2008 denunciaron al latifundista Alejandro Taladriz, un multimillonario cuya ambición decidió talar un terreno heredado a la comunidad por sus antepasados. Ese juicio salió a favor de la machi, en uno de esos raros casos donde los pueblos aborígenes triunfan sobre los ricos.

 

No les robaron su suelo, pero sí la tranquilidad. En el 2013 la machi Francisca fue involucrada en la causa Luchsinger-Mackay, un matrimonio adinerado que fue calcinado en su casa. La absolvieron, por falta de pruebas. Pero en marzo de este año fue detenida nuevamente, junto con otros diez referentes mapuches por el mismo caso. Es por eso que el pasado lunes 12, junto con sus compañeras, Juana se presentó en la Embajada de Chile en Argentina para enviar otra carta desde aquí a la presidenta Michelle Bachelet. Y es por eso que más tarde se dirigieron a la Catedral Metropolitana de la Ciudad para pedir que el Papa Francisco se pronuncie por esta violación a los Derechos Humanos.

 

“Esta detención fue armada por la Policía de Investigación de Chile quien presentó al juzgado la confesión de un ‘testigo’ que se desdijo en las declaraciones varias veces y, que incluso, denunció presiones de parte de este cuerpo de investigación. La Justicia sigue adelante con esto y aplicó la Ley Antiterrorista con ella, como si fuera una criminal, lo que dilata aún más el caso”, expresó Juana. 

 

Como mapuches, las compañeras poseen una conexión especial con la tierra pero para una machi es muy importante estar en su territorio. Antes de nacer le dieron un rol específico en el grupo, no es una persona elegida democráticamente sino que es una herencia sanguínea. Su rol lo mantendrá hasta que muera, es la persona que da la medicina, que pauta las ceremonias y es una guía espiritual de toda la comunidad. Cuando ella entra en trance se conecta a través de un “rehue” que está en su casa, un espacio sagrado del que no puede alejarse. Ella se alimenta de esto, y por eso estos 9 meses de encierro están afectando la salud de Francisca.

 

“Cuando ella entró presa, el 30 de marzo, pesaba 50 kilos y ahora pesa 43. Sigue bajando de peso, poco come y poco duerme. Ella tiene 60 años, para ser machi hay que ser una mujer con mucha fuerza pero nosotros vemos que se está apagando. Le está afectando demasiado la separación obligada y forzosa de su espacio, eso la puede hasta matar. Pero no solo a ella, la comunidad se encuentra muy dolida por esto. De hecho la hermana mayor, de 90 años, cuando supo que Francisca fue encarcelada le dio una trombosis y ahora se encuentra en parálisis por esto. Nadie entiende que dañan a un pueblo, a nuestra identidad y a una familia. Todos están informados, por lo tanto si le llega a suceder algo lamentable, sabemos quiénes van a ser responsables por no hacer nada a favor de la vida de una líder espiritual mapuche”, expresó Ingrid Conejeros, la werken/vocera de las hermanas. 

 

Al mediodía Juana bajó de una combi, adelante de la embajada chilena. Su tradicional vestimenta atrajo la mirada de los de camisa y corbata, al igual que la de la Policía Federal que desde temprano rodeaban la zona. “¿Qué es lo que están haciendo acá?, les pido que se retiren más para allá por favor”, dijo un policía a los que estábamos en la plaza. Las mujeres mapuches, luego de ser recibidas por el segundo secretario de la embajada, ocuparon pacíficamente la Catedral de Buenos Aires con el fin de ser atendidas por alguien para pedir desesperadamente la intervención del Papa por la liberación de la machi. Las recibieron con la iglesia totalmente vallada, un fuerte operativo policial y sólo luego de varias horas, sin agua, sin permiso para ir al baño y sin poder salir de la institución, atendieron su pedido.

 

La hermana de la machi, de 80 años, la describió como alguien atenta con sus medicinas, su comunidad y sumamente feliz con su rol. “Salía hasta por una semana a buscar sus plantas y eso la ponía contenta. Es una persona muy linda, simpática y de las que habla en el momento necesario. Está por ser abuela y ahora está detenida abusivamente, su espíritu ya no es libre porque se encuentra muy enferma en un hospital de Temuco”, lamentó. Y mientras el sudor se le mezclaba con una cristalina mirada agregó: “Por eso presentamos nuevamente otro petitorio para la mandataria de chile y  también nos dirigimos a la Catedral para pedir que el Papa pronuncie a favor de la machi, como líder espiritual que es”.

 

Por su parte, la vocera Ingrid añadió: “Los organismos internacionales han actuado de manera muy lenta porque, por ejemplo, desde Amnistía Internacional hace poco dieron un informe que sugiere que la machi espere en su casa el juicio y que están las condiciones para que eso pase. Pero no interceden en el poder judicial que es quien la mantiene condenada. Apelamos ante la encargada del Servicio Nacional de Mujeres en Telmuco que se comprometió ver a la machi y nunca fue. Tampoco lo hace la presidenta Michelle Bachelet, a quien ya enviamos varias cartas. Nos sentimos discriminadas, y vemos esto como una indiferencia que está cargada de racismo”.