*Por Matías Plaza, comunicador de la asamblea poderosa de Los Cortaderos
Ahora mismo, estamos afuera de Tribunales II, esperando que se dicte la sentencia al oficial Lucas Chávez y al Sargento Rubén Leiva, en el juicio por el asesinato de Fernando «Güere» Pellico, ocurrido el pasado 26 de julio del 2014 en mi barrio de Los Cortaderos. Chávez y Leiva son dos cobardes que aprovecharon el respaldo de la Fuerza para controlar y custodiar el negocio narco, para crear miedo y para asesinar a nuestros pibes y a nuestro futuro. Después de siete largas y duras audiencias, con muchos sentimientos mezclados y tantas ansias de Justicia, los vecinos, amigos y familiares otra vez decimos «presentes».
Presentes, a una nueva batalla de esta lucha que no tiene fin, pero que hoy llevamos las de ganar, pues por más que la Policía haya querido borrar y desdibujar las pruebas del asesinato, la verdad salió a la luz. Confiamos en que se hará justicia y que todos, pero todos los responsables, sean condenados. Con las mismas fuerzas del primer día, exigimos la pena máxima, que se les dé cadena perpetua y que paguen por todo el daño que nos causaron.
Por eso, hoy tenemos un pedido excepcional: ¡Que la justicia haga Justicia!