7 febrero, 2017
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El 11 de Enero es poderoso

 

“Cómo hay muchos menores que salen a robar, hay que bajar la edad de imputabilidad”, repiten en la televisión desde un estudio, panelistas que nunca jamás pisaron nuestros barrios. Nos cargan con su estigma y utilizan sus medios para que el foco siempre esté puesto en el mismo lugar, “ese pibe eligió salir a matar”,para no hablar de lo que en realidad nos quieren ocultar.

 

Sin embargo, sin paneles ni horarios centrales, nuestros gritos vienen cuestionando sus perversos discursos armados: en el barrio 11 de Enero, en San Miguel de Tucumán, ya brotó el nuevo foco de La Poderosa tucumana. Sobre estos terrenos trabajados por la gente para convertirse en un lugar habitable, determinado por una historia de lucha para evitar el desalojo desde el 2007 y motorizado por la asamblea barrial, los vecinos ya estamos pensando algunas estrategias para enfrentar las problemáticas presentes.

 

 

Porque antes de correr hay que caminar, y porque vamos sin pausa pero sin prisa, decidimos iniciar por la causa más urgente inaugurando el merendero “Pequeñ@s Poderos@s”. La asamblea vecinal sostiene este merendero tres veces por semana para ayudar a nuestros changos y nuestras changuitas a tener la panza llena y alimentarse. Arrancamos con dos menús: sándwiches de jamón y queso con jugo o chocolate frío, y arroz con leche.

 

 

Alzamos la bandera de la esperanza planificada, la única que construye sociedades organizadas. Por eso, ya estamos pensando la primera actividad de educación popular que sirva como puntapié para integrar a los chicos de nuestro barrio, y comenzar a pensarnos en rondas que nos permitan abrir la cabeza y ampliar la mirada. Porque no es cuestión de azar, de fortuna, o ausencia de mérito propio la escasez de referentes formados en nuestros barrios, sino consecuencia de la exclusión y falta de oportunidades para desarrollar todas nuestras habilidades, porque nos quieren lejos, pero muy lejos, siempre pero siempre, de los espacios de protagonismo donde se toman decisiones.

 

 

Entonces, para revertir ese futuro acá va el 11 de San Miguel de Tucumán, cargado de entusiasmo y voluntad comunitaria, arriba de esta moto poderosa que recorre Latinoamérica haciendo real lo necesario.

 

 

 

 

 

 

 

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