Ahora sí. Después de todos los gritos que dimos desde nuestra poderosa Garganta, más todos los gritos de los medios de comunicación que nos siguen acompañando, después de que nos digan «usurpadores», «irracionales», «negros de mierda», «caprichosos» y «vagos», por defender el interés público y el futuro de la ciudad por sobre el interés privado. Después de habernos hecho escuchar y de ganar el inmenso apoyo social, el Concejo Deliberante de Yerba Buena, en Tucumán, declaró de Utilidad Pública y Sujeto a Expropiación a «El Sapito», el predio ubicado entre Vía Diagonal Norte y Las Higueritas que hace décadas utilizamos como un espacio de recreación, deportes y uso comunitario.
Después de fundar el Club Deportivo El Sapito, con más de 30 años practicando deportes y compitiendo en ligas, de incontables festivales solidarios y festejos del día del niño y de la madre; después de perder 15 canchas de fútbol en los últimos 20 años, canchas como Campo Norte en el 2011 producto de una donación que el Gobierno Provincial le otorgó al Club Tucumán Rugby; después de quedarnos sin espacio donde sembrar las huertas de las que cosechábamos alimentos e ingresos para nuestras familias; después de haber perdido muchos espacios verdes en la «Ciudad Jardín»; y después de que durante el verano pasado, como hace 15 veranos, padezcamos dificultades para acceder al agua potable por falta de toda la presión que teníamos antes de estar rodeados de barrios privados.
Después de que la gestión municipal anterior nos grite en la cara que no podía hacer nada; después de que no perder «El Sapito» haya sido una promesa de campaña de la gestión actual; después de inundarnos; después de recibir un amparo por «daños y agravios a la propiedad privada» cuando, para que el agua tenga por dónde drenar, rompimos el paredón que nos provocó la inundación; después de haberlo perdido casi todo; y después de ver a nuestros hijos e hijas jugar en la calle cuando cerraron el muro, sin el deporte como parte de sus vidas cotidianas, imaginando cómo sería su futuro.
Después de frenar el tractor que intentó desmantelar nuestra cancha de fútbol 11; después de escuchar ofertas de la empresa LINK INVERSIONES y el Municipio de Yerba Buena, para llegar a un acuerdo, y después de haberlas rechazado porque ninguna de ellas estaban a la altura de las necesidades de la comunidad en general y del barrio; después de tomar la decisión de luchar por la Expropiación de «El Sapito» hasta las últimas consecuencias, porque si lo perdemos nos sentiríamos muertos en vida; después de comenzar el Proyecto de Mejoramiento Barrial Integral y formular los fundamentos para el Proyecto de Expropiación de «El Sapito», junto al equipo de asesoramiento técnico de la UNT y el CONICET.
Después de presentar los fundamentos para el proyecto de expropiación a todos los Concejales de Yerba Buena, quienes nos prometieron el voto unánime a nuestro favor; después de que el Intendente Mariano Campero nos garantice de palabra que no autorizará la obra del emprendimiento perteneciente al Fideicomiso «Las Higueritas Barrio Boutique».
Después de que la titular del Fideicomiso, se manifieste en una solicitada del diario La Gaceta expresando: «es el Estado quien debe arbitrar los medios para cubrir esta demanda ciudadana». Y agregue «nos unimos al reclamo de los vecinos para que el Gobierno Municipal de Yerba Buena se haga cargo de dar la solución que le compete, disponiendo de inmediato la justa expropiación de la tierra.»
Después de todo eso, este jueves 13, a las 00:05, tras una sesión que duró más de cuatro horas, el Concejo Deliberante de Yerba Buena declaró de Utilidad Pública y Sujeto a Expropiación a «El Sapito».
Ahora, es el Poder Ejecutivo del municipio, a cargo del intendente Mariano Campero, quien tiene la responsabilidad de aprobar y dictar la ordenanza correspondiente para comenzar a hacer realidad nuestro sueño.
EL SAPITO NO SE TOCA, SE EXPROPIA.