6 mayo, 2017
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Kevin, atravesando la pantalla

Hoy, mañana y todos los días de semana mientras la sala reviente, a las 14.10 y a las 20, el enano se hace gigante para detonar el silencio auspiciante de tanta prensa amarilla, con otro grito de la villa nacido del corazón, desde el fondo de las entrañas hasta la garganta del Cine Gaumont, sin más prepotencia que la querida presencia de su infinita inocencia. Acompañando la dirección de Antonio Manco y esquivando la estigmatización de nuestra propia voz, a contramano del Elefante Blanco y la «impactante» Ciudad de Dios, las mentiras más siniestras impactan contra verdades nuestras, liberando esa realidad que no se cansa de reclamar su derecho a circular, ante el piquete de la impunidad que resguardan entre cuatro paredes: nuestras fuerzas de seguridad son todos ustedes.

 

ROMINA GAETANI:

«Todos los directores y actores debemos gritar para que la película ‘Ni un Pibe Menos’ pueda llegar muy lejos. De verdad, celebro que las villas hayan alzado su voz, para mostrar lo que nadie muestra y para demostrar cómo nos podemos organizar, buscando justicia. Yo estoy de su lado, pero es necesario que seamos un montón: nos vemos en el Gaumont».

 

OSCAR MARTÍNEZ:

«El documental ‘Ni un pibe menos’ me parece un arma de comunicación formidable, porque lograron reconstruir todo el dolor y la tristeza de una muerte tan injusta y lamentable en una herramienta para transformar la realidad, que ya alumbró al festival de La Habana y ahora iluminará nuestras salas también».

 
 
 

ARTURO BONÍN:

«Esta película nos resulta tan necesaria como La Garganta, porque se vuelve otro grito poderoso para contar aquello que buscan ocultar o, peor aún, demonizar. Y sí, muchos documentales hablan de los barrios desde un punto de vista muy general, sin referirse a las víctimas reales, como Kevin, que no sólo dejan una marca en toda su comunidad, sino también en el conjunto de la sociedad».

 

CRISTINA BANEGAS:

«¿Saben por qué debieran ir al Gaumont, a ver ‘Ni un pibe menos’? Porque no es una película que vaya a quedar en sus retinas: quedará, sin dudas, en sus corazones. Por eso, tenemos que ser muchos. Y por eso, es imprescindible que lo hagamos circular en todos los ámbitos del campo popular, que debe estar ahora más unido que nunca. El cine independiente es la herramienta capaz de unir estas redes de trabajo, para que nadie se olvide jamás que nosotros ya dijimos Nunca Más».

 
 
 
 

OSQUI GUZMÁN:

«Que La Poderosa llegue al cine con una película, mientras los medios hegemónicos se dedican a desinformar, nos permite dar batalla con información. Y eso, es lo más saludable que nos puede pasar, ya que nos adentra en las problemáticas de los más humildes, pero además nos indica dónde estamos parados».

 
 

GUSTAVO BERMÚDEZ:

«Los documentales que desnudan la realidad de los barrios marginales, además de servir como denuncia, generan conciencia. Y por eso, tienen tanto valor para la sociedad. Yo no sólo decidí mirar la película para respaldar un proyecto independiente: lo hice porque necesito aprender. Conozco bien el trabajo de La Garganta Poderosa y creo que debemos llevar ese grito imponente hasta los oídos de muchos otros: el éxito de la película, depende únicamente de nosotros».

 
 
 
 

 MIRTA BUSNELLI:

«El caso del pequeño Kevin, un chico de 9 años que murió en una zona liberada por la Gendarmería y la Prefectura, en su momento casi no tuvo lugar en la mayoría de los medios de comunicación. Y por eso, este grito en pantalla gigante se vuelve imprescindible: se trata de mirar la realidad que tantos prefieren invisible».

 
 

 CAROLINA PAPALEO:

«Hace mucho empecé a escuchar a esa Garganta y me parece espectacular que lleguen a la pantalla grande, aun desde el dolor. Ahora, es indispensable acompañar al documental que por suerte será acogido por el cine argentino más importante, nuestro Gaumont. Basta leer la revista, para saber que cada minuto se volverá un testimonio para la posteridad, por la gravedad del caso Kevin y porque logrará que todos se lleven algo. En definitiva, ahí radica el poder del arte».

 
 
 
 
 

 JEAN PIERRE NOHER:

«La historia de lucha que envuelve ‘Ni un pibe menos’ trasciende al tiempo y no pierde vigencia, porque insta a que aparezca la justicia, desde la reivindicación de los Derechos Humanos. Organizaciones como La Poderosa, con toda la fuerza de su Garganta, tienen la necesidad de crear herramientas propias de comunicación y esta película es una de ellas, un arma para detonar lo que está pasando ahí, donde falta Estado, pero sobra violencia institucional».

 
 

 JUAN MINUJÍN:

«Además de interesante, me parece muy importante que se puedan hacer un tiempo para poder ir a ver ‘Ni un pibe menos’, puesto que no reconstruye sólo una historia, sino miles y miles, perdidas en la profundidad del silencio. A partir del asesinato de Kevin, en Zavaleta, el documental invita a conocer los caminos de la villa, al igual que cada grito de La Poderosa, que se volvió la garganta de muchos. Y la mía también».

 
 
 

 

 

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