Gracias a tantos oídos que oyeron y tantas gargantas que difundieron, a trasmano del circuito y del tiempo tirano que agiganta la televisión: una semana más, el grito del enano en la garganta del Gaumont.
Gracias a tantos oídos que oyeron y tantas gargantas que difundieron, a trasmano del circuito y del tiempo tirano que agiganta la televisión: una semana más, el grito del enano en la garganta del Gaumont.