Qué harías, che, si la gorra te mata un compañero, si después lo remata el noticiero, si lo entierran todos los demás, si lo recagan a tiros desde atrás, si son tus fuerzas de «seguridad», si nos bajan la edad de matabilidad, si no alcanzó una garganta poderosa, si se murió por comprar una gaseosa, si buscaba trabajo donde fuere, si pudo ser cualquier chico, ¡si todavía preguntan quién carajo es Guere Pellico! Qué harías, dale, si te montaran ahí otra coartada, si aquí no ha pasado nada, si la indiferencia dispara otra vez, si se ampara en el Código de Convivencia cordobés, si otrora te arrebataron la voz, si ahora te matan a otros dos, si el mundo sigue sordo ante tu grito, ¡si terminan enterrando al Gordo y al Pavito! Qué harías, vos, si los jueces siguen tuertos, si se ríen de tus muertos, si te acribillan las utopías, si te gatillan fácil todos los días, eh, ¡qué mierda harías! Pronto caerán otros, con la misma mordaza, sobre la misma cama, ante los mismos buenos…
¿Qué hicimos nosotros?
Una plaza,
que se llama «Ni un pibe menos».
Y en medio de una plaza liberada,
nos detendremos a gritar por las ausentes.
Sobran pelotas,
faltan amigos.
¡Control Popular a las Fuerzas de Seguridad!