25 agosto, 2017
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«Todo vuelve»

 

* De Facundo Jones Huala,
para la ministra Patricia Bullrich. 


Usted cree que somos un pueblo colonizado, claro, pero está confundida: somos una comunidad que debió soportar 130 años a la sombra, pero en ese tiempo no estuvo dormida, sino resistiendo y aprendiendo todo el tiempo de personas como usted, que creyeron habernos conquistado, para poder levantarnos con todas nuestras fuerzas. Y las fuerzas de nuestros ancestros, que nos protegen desde la naturaleza. No somos estúpidos, nunca olvide eso. Apenas estamos renaciendo, mientras nos quitamos la pata que nos aplasta con el aparato represivo de un sistema que intenta maniatarnos, para que no volvamos, para que no existamos, para que no seamos. 

Pero todo vuelve.

De una u otra manera, nuestras acciones regresan sobre los seres humanos. Incluso, sobre usted. No por nada, expone su temor a cierta «revancha», la revancha de sus propias contradicciones, porque no se puede vivir con temor, pero mucho menos con temor a las ideas. Son ese capitalismo y, si el imperialismo es una fase superior, entonces también son ese imperialismo, porque sus funcionarios representan el mayor daño posible sobre las especies. Y por eso, intentaron sumergir las verdades que poco a poco empiezan a flotar: se ahogan todos los días, en un mar de ideologías que no pudieron matar.

Nadie aquí se indigna con sus respuestas, con su negacionismo, con su cinismo. Nadie esperaba otra cosa, frente a la desaparición forzada de Santiago: sólo tristes pronunciamientos acorde a sus intereses de clase, esos que absorbió de su familia y los protagonistas históricos del despojo. Pues podrán pasar los años y los siglos, pero así serán, así seguirán, entregando su dignidad para salvarguardar su billetera y todos los beneficios a la vista. 

Digna heredera de la Conquista.

No será la primera ni la última vez, que sus intereses coincidan con los militares. Sin escrúpulos, se presentan al menos de frente, como buenos oligarcas al servicio del opresor, sembrando el miedo, la explotación y el colonialismo más cruel, para completar el trabajo que comenzaron hace 500 años. Y relanzaron hace 41. Tanta maldad ya no sorprende, pero la torpeza, ay, qué torpeza, no es torpeza… Revelar la identidad del testigo protegido representa una violación a los derechos más elementales, de una gravedad descomunal. ¿Qué tranquilidad respaldará a los nuevos testigos de las nuevas razias, si es la mismísima ministra de Seguridad de la Nación quien divulga la información secreta? Usted controla los expedientes judiciales, de modo que termina teniendo más injerencia que el propio juez. Y es por eso que no creemos en la independencia de sus poderes, tan armónicos en la sinfónica que orquestan desde arriba. 

Mi arbitraria prisión, toda esta militarización, el desalojo de la ruta 40, las detenciones en Bariloche y la represión de enero, son trazos del plan sistemático de hostigamiento que lanzan sobre el pueblo que lucha. Y las pequeñas garantías jurídicas que habíamos podido conseguir, se fueron todas por la canaleta con este gobierno neoliberal de ultraderecha, que nos quiere acorralar, para poder comunicar que la historia mapuche «desapareció» o «se encuentra perdida»…

Usted, ministra, jamás respetó la vida.