Pensemos, ante otro dios de los distraídos, ¿seremos «los sin voz» o serán «los sin oídos»? Cansados de alertar sin matices tanta prepotencia, hoy por primera vez, en las narices del Código de Convivencia cordobés, la visita de Barack Obama permitirá burlar la cama que cada día nos tiende la moral de los noticieros, cuando la Policía provincial detiene villeros entre «la gente», con total impunidad, frente a la pasividad del inmaculado televisor: finalmente un negro podrá recorrer la ciudad, ¡sin ser arrestado por merodeador!