*Por Érica Oliva, delegada gremial de trolebuseras Córdoba
Llevamos 119 días en la carpa de la dignidad, frente a la Municipalidad de Córdoba, y no sólo estamos reclamando por la reincorporación de nuestros 183 compañeros ilegalmente despedidos. También, invitamos a todos los vecinos de la ciudad a que firmen el petitorio para frenar el aumento del boleto de colectivo.
El Concejo Deliberante, el representante de toda la sociedad y el que tiene que velar por la seguridad y los derechos del ciudadano, aumentó desde el viernes 10 el boleto urbano a $15,38, llegando así a ser el segundo más caro del país y totalizando un 22,5% de suba . Fíjense cuánta hipocresía: a los choferes, por hacer una huelga para pelear contra un 8 % de aumento de sueldo anual, los medios nos defenestraron. Esa prensa que desinforma y nos ponen como enemigos del usuario jamás difundió que, como delegadas de Tamse Trolebuses, hace 4 años atrás, presentamos dos veces el proyecto de “botón cero pesos”. El mismo nos permitiría hacer paro con las unidades funcionando, sin cobrarle boleto a la gente y sin resentir el servicio. Demás está decir que jamás lo trataron. ¿Cuál puede ser el motivo, si cuando atacan a las protestas lo hacen en nombre de quienes usan el transporte público, y esta nueva forma de reclamo no lo haría? Es fácil: nuestra iniciativa va contra del bolsillo del empresariado que ellos defienden.
Nos preguntamos: desde el gobierno municipal, ¿quién le hace cumplir a las empresas las ordenanzas? ¿Quién los sanciona por no estar prestando los servicios como debe ser? En la empresa Tamse, por ejemplo, hay un faltante de 500 unidades de flota para cubrir las frecuencias necesarias, que representarían 2000 puestos de trabajo. Está claro: los únicos beneficiados son los empresarios. Y a eso hay que sumarle los subsidios al gasoil y a las gomas. Y la ridiculez más grande: la de los “subsidios” por la plata que no nos aumentan a nosotros como trabajadores. ¡Se la dejan ellos y nadie los controla! Nadie. Sin dudas, el intendente Ramón Mestre está más del lado de los empresarios que de los vecinos. Debemos estar atentos: el jefe comunal no es ningún vengador ni justiciero de nadie, como nos quiere hacer creer. Estuvo utilizando el conflicto del transporte y nuestra decisión de ir al paro, para hacer campaña electoral.
En lo que respecta a nuestra lucha, todavía no hay ninguna compañera reincorporada desde la medida de fuerza que hicimos en junio de este año. Esto, claramente tiene relación con la inminente desaparición de la empresa Tamse Trolebuses, que es estatal y de todos los vecinos. Aparentemente, Aucor es la compañía que nos va a absorber. Esa era parte de nuestra lucha también, a la que invitamos a todos a sumarse: frenar el vaciamiento sistemático que venían propiciando este actual director de la empresa, y el anterior.
Ahora sabemos que el Gobierno Nacional prepara una reforma laboral profunda. ¡Para nosotras, ya empezó! Tenemos 183 compañeros despedidos ilegalmente y nuestro gremio, la UTA, está intervenida en Córdoba: acá, se hizo la prueba piloto. Esa intervención es un intento de aleccionar y adoctrinar a los gremios que no tengan tanto peso. El plan es claro: hacer que desaparezcan algunos sindicatos e ir por los convenios colectivos de trabajo.
Y cuando reclamamos nuestros derechos, los medios serviles nos comparan con asesinos, literalmente. ¡Por defender nuestro sueldo, nuestro convenio colectivo de trabajo, nuestra fuente laboral y nuestras condiciones de trabajo!
Eso da la pauta de qué lado están los medios hegemónicos de comunicación: nunca del lado de los usuarios, siempre con los gobiernos corruptos que negocian con los empresarios.