“Hace muchos años ya, empezamos a otorgar los ‘Memoriales para la Paz y la Solidaridad entre los Pueblos de América’, con el fin de reconocer a las organizaciones que trabajan por la vida, en defensa de los Derechos Humanos. Y sobre todo a esos movimientos populares que, aún en los momentos más difíciles, continúan con la tarea social, abriendo espacios culturales y fomentando la participación política: ámbitos comunitarios muy valiosos en pos de construir una nueva sociedad. De ahí, nació la voluntad de premiar ayer a La Poderosa, que viene gritando intensamente todos los días, desde hace tanto tiempo, porque siempre ha entendido que la realidad no se modifica de golpe. Es más, basta como muestra una de sus transformaciones más importantes, ese ‘Control Popular a las Fuerzas de Seguridad’, que germinó para interponerse entre las prácticas más inhumanas y los miles de jóvenes que cotidianamente terminan presos o muertos. Pues los niños nunca nacen delincuentes, nacen víctimas de una sociedad injusta que les niega su verdadero lugar. Y en este esquema, resulta valiosísima esta labor de ustedes, gargantas y poderosos, transmitiendo valores; educando, luchando y concientizando, sin desesperarse, para regar todo este pensamiento crítico que nos empodera como pueblo”.
Adolfo Pérez Esquivel,
Premio Nobel de la Paz y presidente de Serpaj.
