El pasado 11 de diciembre inició el juicio por el femicidio de Carolina Saracho, ocurrido en enero de 2017, en barrio Norte Grande de la ciudad de Salta Capital. Una semana después, el 18 de diciembre, el Tribunal de Juicio integrado por María Victoria Montoya Quiroga, y los vocales Ángel Amadeo Longarte y Bernardo Ruiz, sentenció a la pena máxima a Andrés Alejandro Cruz por el delito de homicidio calificado por la relación de pareja previa, ensañamiento y por el género en perjuicio de la mujer.
Todo sucedió hace casi un año. El 21 de enero por la mañana, después de una discusión, Alejandro Cruz (pareja de Carolina) la roció con alcohol y la prendió fuego en el baño de su casa. Tres días más tarde, el 24, Caro murió por un shock hipovolémico. Su cuerpo presentaba más del 80% con quemaduras. La familia del femicida fue testigo de todo el hecho ocurrido dias atrás y “no hicieron nada por mi hermana”, dijo Belén Saracho, familiar de Carolina.
Belén y su familia viven en Buenos Aires, pero viajaron a Salta para presenciar el juicio que llegó a su fin: “este año fue durísimo, la fundación Cintia Fernández fue la única que nos dió contención, y nos apoyó hasta llegar a este momento”.
Los hijos de la pareja: Pía, de dos años, y Teo, de cinco, quedaron a cargo de la hermana, Lorena Saracho; quien hoy los cuida junto a toda su familia. “A pesar de todo, esta sentencia marca el cierre de una etapa, donde podremos salir adelante, más ahora por nuestros nietos” decía Juan Saracho, el abuelo de Pia y Teo.
“Estamos conformes con la sentencia dictada, el Fiscal Penal Pablo Rivero y nuestro abogado Pablo Ochoa hicieron todo, para conseguir justicia por nuestra hija” dijo emocionada Fanny, la mamá. Y ella es quien recuerda a La Poderosa con cariño, ya que a poco tiempo de lo sucedido publicaron una carta suya pidiendo justicia por su hija.
El contexto provincial
Salta cerrará el año con 23 femicidios de los cuales hasta ahora, sólo el de la familia Saracho, fue llevado a juicio y donde se obtuvo la pena mayor al femicida.
A todo esto, el gobernador Juan Manuel Urtubey, la ex ministra de derechos humanos, Pamela Caletti que durante su cargo como ministra no se interesó por las situaciones de violencia de género en la provincia; tampoco lo hace ahora como fiscal de Estado; y el actual Ministro, Marcelo López Arias, reconocido como un hombre de «diálogo y consenso», hacen oídos sordos a estas cifras alarmantes, que se engrosan cada vez más.
La provincia precisa con urgencia políticas y presupuesto para las víctimas de violencia de género, una “Casa de la mujer” para la zona norte de la ciudad y para todos aquellos barrios que las necesiten; con el propósito de contener, acompañar y ayudar a las mujeres, que cada vez son más, las que sufren y mueren a raíz del machismo instalado en la sociedad.
Sin embargo, aún hay familias que siguen gritando y esperando justicia por todas ellas: Andrea Neri, Elida Santillán, Jimena salas, Benita Sánchez, Cintia Rodríguez, Angélica Serrano, Gerónima Bautista, Camila Rodríguez, Anabela Cruz, Marisa Subelza, Celina Quipildor, Alejandra Párraga y su hijo Amir, Claudia Saracho, Paola Álvarez, Melanie Penella, Cintia Tapia, Mariana Segovia, Amira Vázquez, Magdalena Pachi y por Daniela Guantay.