1 febrero, 2018
,

Cumbre de cagones

 

Cada 23 horas de miedo, hay un pibe asesinado al pedo por una bala del Estado, pobre, negro y adolescente. Ninguna de sus familias puede acceder al Presidente, pero hoy lo consiguió inmediatamente ese humilde servidor que mató como si nada, por inercia, por atrás…

No hay ningún error, son la pesada herencia de Etchecolatz.