Resuena en las Sierras Chicas la Garganta de 30.000 y muchos más. Y el eco ya se convierte en un grito propio, se corporiza en el alarido cotidiano de la flamante y poderosa asamblea de El Sauce, que en esta moto viene acompañada por otras 78 barriadas y villas bien empoderadas.
Desde el interior cordobés, nos hacemos escuchar aún más fuerte que las explosiones diarias de la cantera que sólo emiten el sonido del despojo, llevándose de a poco y de a pedacitos nuestra tierra. Y vamos a gritar, hasta que llegue a todos los oídos nuestra urgencia de tener agua potable con una red domiciliaria decente.
Conjugando la evocación de la memoria con la construcción de la historia, nos presentamos este viernes 23 en el Club de Agua de Oro, para seguir tejiendo las redes de solidaridad que nos hacen seguir existiendo para gritar.