* Por Boaventura de Sousa Santos, sociólogo y escritor portugués.
Hace unos días, tuve la oportunidad de compartir un panel con la Garganta de las villas, en el Foro Social Mundial de Salvador de Bahía, donde sus gritos me permitieron ver más nítidamente la crudeza de la violencia que continúan ejerciendo los aparatos represivos de las nuevas democracias, también en Argentina. ¿Pero cómo sería una dictadura para esos sectores populares que, apenas cobraron voz, empiezan a perderla? No hay golpe, bien, ¡hay un estado de excepción permanente!
A contramano, La Poderosa viene avanzando a nivel latinoamericano con un discurso que resulta impresionante, fundamentalmente por ser diferente, inscribiéndose en un período de apertura para los frentes alternativos, que a mí me gusta llamar «las verdaderas zonas liberadas”. Pues ahí se constituyen áreas cooperativas, solidarias y autónomas que ya no esperan al futuro: lo fabrican.
Por eso, estamos pensando juntos esa Universidad Pedagógica de los Movimientos Populares. Por eso, voy a ser parte de la caravana latinoamericana que llegará en julio a Porto Alegre. Y por eso, también, resulta vital que las organizaciones genuinas puedan realmente prosperar. Hasta ahora nos ha costado demasiado federalizar las experiencias urbanas y, en ese sentido, este poderoso proceso de latinoamericanización florecido desde la base representa una interpelación a muchísimos actores académicos, políticos y sociales, que debemos ahora materializar esas ideas de fraternidad sin fronteras. No hay resistencia posible contra la guerra, si no aceptamos que debemos conformar un solo puño, entre quienes escribimos los libros tradicionales y quienes escriben las paredes…
Bienvenidos los intelectuales,
atrás de todos ustedes.