*Por Nora Cortiñas,
Madre de Plaza de Mayo.
Sin exagerar, este Foro Latinoamericano que están organizando forma parte de la lucha que asumí desde el día en que la dictadura se llevó a mi hijo, cuando me propuse no parar hasta que en Argentina y el resto del continente conquistemos la justicia social. Esas aspiraciones que tenían nuestras hijas e hijos por construir una sociedad mejor me dan fuerzas para acompañarlos en esta caravana histórica.
Desde un primer momento me alumbró La Poderosa. Gustavo militó en la Villa 31 y buscaba lo mismo que ustedes: mejorar la realidad en aquellos barrios donde existe una enorme solidaridad y una decisión de que la vida prospere. Y lo siguen haciendo en un momento en que la política económica está destruyendo muchísimos logros sociales.
En esta coyuntura, Brasil está siendo muy castigado a partir del golpe parlamentario a Dilma. Nada fue casual: la década previa fue ejemplo de que una nación puede salir a flote, aun en la miseria extrema. Sin embargo, molestó tanto ese cambio radical que hoy el ex presidente Lula sigue preso injustamente, secuestrado por un poder corrupto que aniquiló cada uno de los avances conseguidos. Por esto, me parece fundamental que hayan elegido al país hermano como punto de encuentro.
No tengo dudas de que el intercambio de experiencias entre referentes de Derechos Humanos de toda la región ayudará a empoderar a grandes dirigentes sociales que son quienes deben gobernar a los pueblos, para que esto progrese alguna vez. La iniciativa es indispensable pues unirá a los jóvenes de América Latina, que no son el futuro, ¡son el presente! Y porque nos mostrará que un mundo nuevo se puede crear.
Nos vemos en Porto Alegre… ¡No podés faltar!
