Las ciudadelas bolivianas, las vecindades mexicanas, los barrios cubanos, los suburbios ecuatorianos, las ampliaciones peruanas, las comunidades venezolanas, los asentamientos uruguayos, los mboriahu kuera paraguayos, las poblaciones chilenas, las comunas colombianas y las villas argentinas, tan soberanas como latinas, pisamos Brasil en caravana, sin auspiciantes ni prensa servil, para encontrarnos con las favelas a intercambiar ideas entre más de noventa asambleas. Así, recién comenzamos en Porto Alegre una Cumbre de Base histórica junto a referentes de Derechos Humanos, feministas, educadores, cooperativistas y comunicadores que soñamos una poderosa forma de vida.
¿Llegamos?
Sí, a un nuevo punto de partida.