*Por Verónica Bethencourt,
secretaria gremial de la CONADU.
La educación pública está siendo golpeada de manera constante. Hay universidades que tienen estructuras muy precarias, como la de Avellaneda, Florencio Varela y José C. Paz que, si no les mandan ahora las partidas presupuestarias, no podrán aguantar. El rector de la Facultad Nacional Arturo Jauretche lo sintetizó días atrás: «Si seguimos con este rumbo, no podremos pagar los salarios después de octubre». Sin exagerar, hoy se quema una lamparita y no se puede reponer, e incluso muchas aulas tienen ventanas sin vidrios.
Esa es la realidad que se está viviendo.
Y muy pocos la ven.
Desde febrero hasta ahora tuvimos ¡sólo un 5%! de aumento salarial que nos otorgó el Ministerio de Educación. Llevamos todo el año discutiendo porque no nos ofrecen una suba acorde a la realidad. Tuvimos cuatro instancias de paritarias: en la primera nos dijeron “buenos días”; en las siguientes dos nos ofertaron el 15% en cuatro partes para el primer semestre, que lógicamente rechazamos; y la última fue el 13 de agosto, cuando nos plantearon casi la misma oferta, pero en tres tramos. ¿Se imaginan un incremento del 15% frente a un 30% de inflación pronunciado por el mismo Presidente? Estaríamos perdiendo 15 puntos del poder adquisitivo… ¡es una locura!
Ahora volvimos a discutir en las aulas, con los estudiantes, los consejos superiores, las autoridades, los compañeros no docentes y desde el martes hasta el viernes haremos un paro total de actividades, con asambleas y marchas de antorchas en cada universidad junto a CTERA, la CONADU Histórica y la UTN. Exigiremos que esa mejora urgente, edilicia y salarial, se contemple el 15 de septiembre, cuando el Poder Ejecutivo presentará el proyecto de presupuesto para el año que viene, que incluye al de las universidades nacionales.
Vamos a pelear hasta el final para revertir la situación. Resulta indispensable que toda la comunidad educativa se adhiera: ¡No podemos permitir que el gobierno siga haciendo lo que quiera!