17 octubre, 2018
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Las luchas que pecha el camión cumplieron 10 años

 

 


 

 

La murga “Pechando El Camión” cumplió 10 años poniendo su ritmo y alegría al servicio de las luchas populares, en los barrios, las marchas y las jornadas culturales. Por eso, las asambleas tucumanas sentimos que esta es una murga hermana, y nos infla el pecho su década de crecimiento.

 

La murga es el combustible que pone en marcha el motor de este camión artístico independiente, que está integrado por 27 artistas que van desde los 12 a los 42 años de edad. El colectivo se maneja de manera horizontal y cuenta con distintos espacios de construcción: las reuniones, los ensayos y las presentaciones. Para financiar cada actividad y garantizar todo lo que necesitan, cuentan con la autogestión como principal herramienta, pero también se financian haciendo presentaciones en distintos eventos.

 

El camión se conformó en la calle durante el 2008, a medida que sus integrantes fueron conociéndose en distintas movilizaciones sociales. De ahí en adelante el Rosedal del parque 9 de Julio los siguió encontrando, y así fueron buscando su lugar, pasando más adelante por la plaza Independencia, hasta llegar al ex Piletón del parque Avellaneda, lugar al que se conoce como “el coliseo del teatro popular”. 

 

El festejo de los 10 años llegó de la mano de la novena edición del “Piletonazo” que se llevó a cabo el pasado 29 de septiembre, un encuentro de artistas y diferentes actores sociales y culturales de la región, organizado desde la murga. El mismo se organiza desde diferentes espacios de trabajo coordinados por todos los integrantes, contando con la voluntad y convicción de los artistas que participan sin fines de lucro.

 

 

 

 

“Hace unos cuantos años pensamos en hacer música, casi no sabíamos tocar, ni teníamos instrumentos, pero poco a poco fuimos construyendo un lindo espacio. Tuvimos muy buenas y otras no tanto, así aprendimos, pechando. A lo largo de todo este viaje pasaron alrededor de cien personas, alimentando y reforzando la mística que al día de hoy sigue intacta”. Rememoran los integrantes de la agrupación, respondiendo colectivamente.

 

En sus comienzos, “Pechando”,  llevaba los colores rojo y negro representando la lucha. Luego con el correr del tiempo, la llegada y partida de algunos compañeros, el conjunto, planteó su re-identificación artística, manteniendo el color negro y remplazando el rojo por dos nuevos colores, el naranja y el verde. Elegidos por consenso pensando en el impacto visual de la mezcla de estos tres colores.

 

Los integrantes más antiguos cuentan que en una reunión donde se estaba definiendo el nombre, ya con el grupo conformado, alguien utilizo una metáfora donde la murga era un como un camión cargado de lucha, cultura y ganas, y sabiendo las dificultades del camino, el camión podía pararse y la única manera de sacarlo, era pechando entre todos. Por lo que de una manera casi espontanea quedó: «Murga Popular Pechando el Camión».

 

“Acompañamos las luchas que llevan adelante los sectores populares entendiendo el momento histórico en el que nos encontramos. Nos parece importante reivindicar el empoderamiento de la mujer y poder aportar desde nuestro lugar para visibilizar las desigualdades sociales a través de nuestra herramienta artística”. Afirman desde este colectivo murguero.

 

Los une la solidaridad, el compañerismo, el compromiso y el ser consecuentes con lo que dicen y lo que hacen. Por eso el camión nunca se detiene: ¡sigan Pechando!

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