10 octubre, 2018
,

Que Durán Barba te la pague

 

 

 

 

Zavaleta, la tierra que nos parió, nació del vientre del Estado como Núcleo Habitacional Transitorio, cuando cientos de familias obreras fueron incentivadas a invertir sobre una quema sus escuetos ahorros en Peso Moneda Nacional, que luego se volvió Peso Ley, que luego se volvió Peso Argentino, que luego se volvió Austral, que luego se volvió Peso, que luego se volvió Dólar, que luego se tragó un Patacón, que luego vomitó un Lecop, que luego se volvió Peso, que ahora no pesa nada. ¡Pasaron 60 años! Desde el primer billete íntegramente impreso acá, hasta la megadevaluación de Macri, sobreviviendo a la deuda externa, la hiperinflación, la convertibilidad, el pago a los fondos buitres y el reendeudamiento con el FMI, pasó de todo, menos la urbanización. Y no, nadie impuso un plan impositivo de 24 cuotas extras para compensar esa pérdida retroactiva: el barrio se sigue llamando «NHT Zavaleta», porque mantiene oficialmente su condición de «Transitorio», aunque ya festeje cumpleaños la cuarta generación de vecinitos nacidos en sus pasillos. Ahí, acá, en pleno siglo XXI, a pocos minutos del Obelisco, unas pocas familias adquirieron luchando su derecho al gas natural, para calentar un guiso o para no cagarse de frío. Y sí, justito esos vecinos, justito esas vecinas, como en tantas villas argentinas, deberán compensar ahora la devaluación del Gobierno que «sufrieron» las distribuidoras de gas, para que los empresarios le sigan dando cuerda…

 

 

 

Páguenla ustedes, mercenarios.
O váyanse bien a la mierda.