20 noviembre, 2018
,

«Yo vine a educarme en Zavaleta»

 

 

 

* Por Boaventura de Sousa Santos,
sociólogo y escritor portugués.

 

 

Hoy más que nunca, resulta importantísimo que suene y resuene ese grito que ayer detonó en la cumbre de Clacso. Y no lo digo teórica, ni metafóricamente. Yo tuve la posibilidad de ver, vivir y sentir en el territorio las huellas de La Poderosa en los barrios históricamente marginados del continente, imponiendo una forma revolucionaria de hacer política, una política transformadora que lógicamente no estará representada por ninguna expresión del G20. Pues el único objetivo que persiguen en esa cumbre de ningún pueblo es evitar que China se convierta en la gran potencia mundial y marginarla del mercado, para favorecer a los Estados Unidos.

 

 

Ante semejante circo presentado como «un encuentro de líderes», condenado al fracaso, nuestra responsabilidad es redoblar el grito de las villas y hacer temblar los muros de las academias, sobre todo aquí, donde acaban de aprobar ese presupuesto escandaloso para el 2019, un anti-presupuesto del FMI que sólo viene a imponer ajustes y recortes. Justamente para esto, para contrarrestar las medidas antipopulares del poder, nacieron las contracumbres en 1999, así como surgió el primer levantamiento zapatista en 1994. Y no son casuales las semejanzas del zapatismo, que se construye desde el norte hacia el sur, con esta poderosa fuerza que viene creciendo desde el sur hacia el norte. Inevitablemente, esos caminos van a juntarse, sobre la gran convergencia de la nueva autonomía política, incubada desde abajo, a fuerza de organización comunitaria. No me lo contaron. Yo los vi. Yo lo viví.

 

 

Y sin ningún tipo de exageración, puedo decir, que yo aprendí ahí, esta semana.
Que conocer Zavaleta no sólo me maravilló, ¡me educó!

 

 

Todo ese potencial de La Garganta que puso el grito de la villa en los oídos del mundo, pronto se volverá la Universidad de los Movimientos Populares de La Poderosa, acá mismo, en este barro, en este barrio, empezando con una escuela de comunicación, fundamental para la coyuntura actual. ¿O cómo piensan que ganó Bolsonaro? Nuestras cadenas, ahora, también son las cadenas de wasap. Y sus redes, ahora, también son las redes sociales. Por eso, necesitamos inaugurar esa facultad cuanto antes y lo haremos juntos, para combatir la manipulación de la información, mientras atraemos a personas de cualquier estrato social a la formación en los valores que la villa ha sembrado y regado durante décadas. Sólo así, mirándonos a los ojos, caminando codo a codo, debatiendo cara a cara, podremos erradicar sus prejuicios, sensibilizando a la humanidad y derrotando las mentiras que instalan sus maquinarias mediáticas. Que pisen Zavaleta, que se callen y escuchen, porque el mejor aprendizaje no necesita de palabras.

 

 

Cada día, América Latina enfrenta un proceso de avasallamiento y destrucción que avanza sobre alternativas anticapitalistas, asesinando activistas, encarcelando líderes, recortando la educación, precarizando la salud y regenerando sistemáticamente una serie de falsos enemigos internos, que pueden ser mapuches, villeros, inmigrantes, anarquistas, musulmanes… Realmente, vienen por todo y están dispuestos a eliminar cualquier tipo de resistencia, invocando falsas motivaciones para una embestida que viene colonizando al continente, bajo las órdenes del capital financiero.

 

 

Con la calle, no pudieron, ni van a poder.
Desde el Río Bravo hasta las Islas Malvinas, nos van a encontrar de pie.