5 enero, 2019
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«Cartas mágicas»

 

 

Mientras nos mean y nos dicen que llueve, mientras los tarifazos nos recibieron en 2019; mientras el presidente y sus funcionarios se elevan el salario, mientras se pone más jodida la vida en el barrio; desde las villas les dejamos junto al pastito, el más caro regalito: ni bendita, ni dulce, ni salada, tras otro aumento el agua se volvió sagrada. Como trueque, queridos magos, les pedimos que no sean vagos y lean todas las cartitas escritas por la más pura niñez. Y, si es que llegan a fin de mes, ayúdennos a alivianar esta tortura… 

 

Déjennos unos pesos, para pagar la factura. 

 


 

“No sé si les será fácil de conseguir, pero les pido igual: quiero que mi familia, cuando nos sentemos a comer, no mire tanto la televisión, así podemos prestarnos más atención entre nosotros”.

 

Julieta Campos, 10 años, 
Barrio Los Cortaderos, Córdoba.

 


 

“Me gustaría que en algún momento pasen por nuestro barrio, así nos traen plazas, canchitas, y una camiseta de River para jugar ahí”. 

 

Tiago Farlan, 7 años, 
Barrio Fiske Menuco, Río Negro.

 


 

“Muchas mamás y papás no tienen trabajo o la plata no les alcanza para comer. Por eso, esta vez no pido ningún regalo: sólo que mejore la vida de mis vecinos”. 

 

Morena Quimey Cibello, 9 años, 
Villa San Petersburgo, Buenos Aires.

 


 

“Reyes Magos, hay varias cosas que quiero, como un traje del Hombre Araña. ¿Pero saben qué deseo más? Que arreglen la luz y el agua del barrio para que pueda salir a jugar con mis amigos, porque el calor es insoportable”.

 

Axel Pizarro, 7 años,
Barrio Malvinas II, San Juan.

 


 

“La canchita El Sapito tiene que volver a ser del barrio, para divertirnos como antes, cuando podíamos jugar hasta de noche. ¿Pueden ayudarnos a que la devuelvan?”. 

 

Ignacio Agüero, 11 años, 
Vía Diagonal Norte, Tucumán.

 


 

“Este año me gustaría que regalen juguetes de superhéroes para los niños y muñecas para las niñas. Pero si ellos también quieren muñecas, traigan muñecas para todos entonces”. 

 

Julieta Aguilera, 5 años, 
Villa 31, CABA.

 


 

“Ojalá que mejoren la plaza, así puedo divertirme sin miedo a golpearme con las hamacas, que ya están viejas y rotas”. 

 

Dylan Zamudio, 12 años, 
Barrio Puertas del Sur, Bahía Blanca. 

 


 

“Este deseo es compartido con mis amiguitos: queremos casas más grandes, porque dormimos, comemos y estudiamos todos apretados”.

 

Felipe Rodríguez, 9 años, 
Barrio Bosco ll, Santiago del Estero.

 


 

«Desde que soy muy chiquito pido que mejoren la canchita, pero nunca pasa. No es mucho lo que quiero: arcos con redes y un poco más de pasto. ¿No podrían mandarnos lo que dejen los camellos? Con eso, ya jugaríamos mejor». 

 

Yaro Quenaipe, 8 años, 
Villa Cordobita, Tandil.

 


 

«Mañana, será la primera vez que festejemos el Día de Reyes en mi barrio. ¡Y estoy super contenta! Vamos a bailar, a jugar, para que nadie lo pase solo. Yo les pido por favor que me traigan una guitarra, para tocar con mis amigos y que las calles se llenen de alegría». 

 

Bianca González, 7 años, 
Barrio Juan XXIII, Tucumán.

 


 

“Por cómo estamos viviendo en mi familia, sé que a ustedes les va a ser difícil traernos un regalo. Si no pueden, los voy a entender, pero les pido un favor: que en ninguna casa falte la comida”.

 

Osvaldo Durán, 11 años, 
Barrio 15 de Septiembre, Salta.