Hace un mes, justito hace un mes, dicen que te fuiste hacia otro lugar, a seguir dando cátedra de resistencia popular. Y sí, la verdad que sí, porque desde el 24 de diciembre te volvimos a encontrar ahí, en ese Sur tan tuyo, tan nuestro, tan militarizado, tan masacrado, tan extranjerizado.
Y tan Santiago Maldonado.
Revivís con tus clases de historia por Ushuaia, justito ahí donde recién inauguramos una biblioteca en el barrio Mirador, sobre una ladera montañosa tan olvidada como hermosa. Renacés con tu periodismo en las márgenes de Río Gallegos, Santa Cruz, justito ahí donde en el asentamiento Madres a la Lucha remodelamos el SUM “Sonrisas Poderosas”, para llenarlo de espacios educativos y formativos. Y en el Fiske Menuco de General Roca, Río Negro, resucitás con tu militancia a favor de los pueblos originarios, justito ahí donde acaba de nacer el Centro Cultural “Sueños Revolucionarios”.
Hace un mes, justito hace un mes, dicen que te fuiste, Osvaldo. Y no, la verdad que no, porque volviste a donde la organización vecinal tiene sangre de peón rural y a donde serás eternamente luz y guía… en nuestra Patagonia poderosa, ¡y en rebeldía!