6 febrero, 2019
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Camilo, revolucionario eterno

* Por Osmany Cienfuegos, 
hermano de Camilo,
desde Cuba, para La Garganta Poderosa.

 

Hoy cumple mi hermano, como lo hizo siempre con su pueblo. 87 años que no se apagarán jamás aunque siga pasando el tiempo. Desde pequeños fuimos muy unidos. Nuestro padre era anarquista y fue una influencia para que nosotros saliéramos un tanto así también, contagiándonos de ese espíritu. Cuando éramos chicos Camilo se agarraba muchas broncas en San Francisco de Paula, donde vivíamos: como el viejo nos llevaba a la escuela, todos los días, éramos el hazmerreír de los muchachos, lo cual detonó varias peleas a la salida del colegio. ¿Por qué nos tenía que acompañar? ¡Cosa de viejos!

 

Cuando empecé a estudiar Arquitectura en la universidad, Camilo ya era parte de diferentes luchas estudiantiles. De hecho, el 14 de diciembre de 1955 fue herido por un arma de fuego durante una manifestación en honor al héroe independentista cubano Antonio Maceo. Pero eso no lo detuvo ni lo hizo dudar, mucho menos claudicar en sus ideales. Tenía un corazón revolucionario. La tremenda fe en Fidel lo llevó hasta México para empatarse con el grupo del Granma. Fue el último en incorporarse a los 82 guerrilleros. Tiempo después nos encontramos allí y lo puse en contacto con un compañero que había estado en el Cuartel Moncada. Mi mayor influencia era el Partido Socialista Popular y yo no creía en su estrategia para derrocar a Batista, pero él sí; entonces, Camilo me miró a los ojos y me dijo: “Hermano… te quiero mucho, pero yo me voy con Fidel”.

 

Y se fue, a hacer la Revolución.

 

Cuando volvieron, pelearon por la libertad de Cuba y triunfaron aquel inolvidable 1° de enero de 1959. Desde ese día estuvo a cargo del Ejército Revolucionario, hasta que el 28 de octubre de ese año pasó la peor desgracia: el accidente de avión que le quitó un gran comandante a su pueblo.

 

Sin dudarlo un tantico, sé fervientemente que sentiría mucha bronca al ver la tremenda situación que está padeciendo Venezuela y Latinoamérica en general, con Bolsonaro, Macri, Piñera representando semejante retroceso histórico. Y sé, también, que seguiría poniendo el cuerpo por todo lo que debemos mejorar en la isla, esencialmente en los problemas económicos y en la disciplina social.

 

Si hoy viviera, Camilo estaría al lado de la Revolución, luchando contra la opresión en América Latina y en cada rincón del mundo donde exista una injusticia, ¡de pie y con el puño en alto!