23 febrero, 2019
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“ESTÁN DESANGRANDO A VENEZUELA”

* Por Stella Calloni, 
para La Garganta Poderosa.

Hay muchos motivos que explican la persecución a Venezuela. Primero y principal, allí se encuentra la mayor reserva petrolera del mundo. De hecho, todo nuestro continente debería estar agradecido a Hugo Chávez, incluyendo los barrios pobres de Norteamérica, por haber garantizado la calefacción durante muchos años. Un ejemplo que evidencia el asedio mundial es lo que ocurre en Haití, donde se están cometiendo crímenes de lesa humanidad todos los días, pero no se pone el grito en el cielo porque allí no hay petróleo, ni una inmensa cantidad de minerales y las mejores llanuras para producir alimentos, como sí tiene Venezuela. Sobre este terreno fértil, Chávez supo sembrar conciencia en las mentes de las personas.

 

Esa conciencia es la que quieren derribar.

 

En Venezuela existe un sistema de votación totalmente limpio, considerado así hasta por el estadounidense Centro Carter, observador de los procesos electorales. Sin embargo, instalaron mediáticamente el término dictadura, cuando fue el pueblo el que eligió a Nicolás Maduro presidente, tras adelantarse las elecciones con la venia de la oposición y luego de que se llevaran a cabo 16 constancias de revisión de actas con participación opositora. El recuento de votos fue abierto, todo se hizo en regla. Pero al perder en las urnas, profundizaron el hostigamiento.

 

Somos testigos de una situación de total injusticia e ilegalidad internacional, donde además de violentarse todos los derechos, la ONU y los organismos internacionales están siendo aplastados por un Imperio que no oculta su intención de intervencionismo, como ya hizo en Colombia y en Perú, regando de bases militares. Aquí, queridas amigas y amigos, hay que hablar bien claro. Tenemos demasiados «confundidos», y lo escribo entre comillas porque hay gente que no se puede confundir. Existen sectores que considerábamos de izquierda progresista que se están lavando las manos, como Pilato. Vayamos al punto: lo que le están pidiendo a Maduro es que entregue su país, que entregue a su pueblo, que entregue a América Latina. Muchos periodistas hablan de la economía venezolana como si la hubiera desbaratado el propio gobierno, cuando no sólo la están desabasteciendo externamente… Desde 2017 hasta hoy, Estados Unidos le ha robado, mediante sanciones y un bloqueo criminal, ¡38.500 millones de dólares!

 

A diferencia de Argentina, a Venezuela la hundieron desde afuera a través de una guerra económica y mediática implacable. La destrucción es atroz y el desangre es lento. Europa pone algunas tropas y el dinero; Estados Unidos, las armas. Así, además de fortalecer la invasión, se desarrolla el costado industrial-militar en el que se fortalecen los grandes empresarios, los mismos que dicen mandar “ayuda humanitaria” mientras acorralan al mundo en el hambre. Se trata de una burla infinita, de una canallada, como si tuvieras una población enferma y le trajeras aspirinas para 4 días.

 

Por último, quiero detenerme en el descarado periodismo hegemónico, que miente sobre Venezuela al mismo tiempo que omite el padecimiento y las muertes del pueblo haitiano. La prensa que engaña, que silencia, que oculta, tiene que ser denunciada como cómplice de los crímenes de lesa humanidad que cometen estos países imperialistas, comandados por Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel. Si en esta historia de tanta perversión, de tanta inhumanidad, de tanto desprecio por la vida en su conjunto, no se dice la verdad sobre lo que está sucediendo, se es el mayor cómplice. Y si no se toma una posición, también: defender a su patria o entregarla.