Luego de entrenar todo el año en actividades deportivas, de pensar los espacios de educación popular semana a semana, de participar en los talleres culturales y de juntar peso a peso desde las asambleas barriales, cientos de pibas y pibes de distintas provincias ¡nos fuimos de campamento! En varias tandas viajamos a conocer el mar de Santa Teresita y El Cadillal tucumano, demostrando que de la niñez organizada tienen mucho por aprender las jóvenes, los mayores, la sociedad entera.
Podrán cortar todas las flores,
pero no detendrán la resistencia villera.
