17 marzo, 2019
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No nos van a callar

 
 
 
* Por Julieta Vázquez, artesana, detenida y golpeada por la Policía de la Ciudad, durante la represión en San Telmo.
 
 

La chica de la foto que circuló por tantos lados, en la cual se ve cómo el Jefe del Operativo de la Policía de la Ciudad, Cristian Benítez, tironea de los pelos a una mujer, soy yo. ¿Qué representa esa imagen? No es más que la intención del Gobierno porteño de querer privatizar los espacios públicos, de dejar a más laburantes sin un mango, de sacarle la identidad cultural a San Telmo como han hecho en otros barrios; siempre, pero siempre, poniendo por encima a los negocios inmobiliarios. Todo eso quedó demostrado en la represión del domingo pasado.

 

Jamás imaginé que podían agredirnos de esa manera, que fueran tan salvajes. Golpes y más golpes a compañeros, a turistas, a un montón de personas que visitaban la feria y ni siquiera eran parte del conflicto. Cuando se desató la cacería que derivó en las 18 detenciones, intenté ayudar a mis pares hasta que de un segundo al otro sentí cómo me agarraban de los pelos y ahí se me apagó la tele. No medí la fuerza de ese policía hasta que la dimensioné al otro día cuando vi la foto. Ya esposada en una esquina, pude observarlo a Benítez. Estaba tan sacado que puteaba al resto de los canas. Unos minutos después, vi cómo nos rompían un redoblante con mucha saña. No aguanté esa situación y me quebré. Tengo 27 años y esta es la primera causa que me hacen ¡por querer trabajar!

 

Hoy vinimos a la feria con más fuerza que nunca y con la misma dignidad de siempre para cuidar nuestra fuente de ingreso. Somos más de 300 familias afectadas que resistimos la división que buscan crear entre feriantes en este contexto desesperante. ¿Cómo pretenden que sobrevivamos? El domingo es el día que más recaudamos y podemos sacar una diferencia para sobrellevar la semana. Si nos impiden trabajar, quedamos en la lona. Y de ninguna manera estoy exagerando: somos muchos los artesanos que estamos pasando hambre. 

 

Este modelo da asco y usa a la Policía para disciplinarnos a base de represión. No se dan cuenta que sólo están acentuando un accionar antipopular, destruyendo a quienes realmente queremos salir adelante. Acá nos encontraron hoy, y acá nos encontrarán cada domingo, luchando para que se resuelva el conflicto sin más hostigamientos, y que de una buena vez cumplan lo prometido: la legalización de nuestro trabajo.