26 mayo, 2019
,

Un mes sin Armando

 

*Por Ricardo Duarte, padre de Armando Carmona, un pibe de 19 años, detenido ilegalmente por la policía de Misiones el 25 de abril. Fue encontrado sin vida al día siguiente, en una celda de la comisaría 11°. 

 

Él era un chico especial, un buen hijo, no le molestaba a nadie. Iba a una escuela especial, porque tenía discapacidad para hablar, jamás en la vida le molestó a nadie, jamás cayó preso, no tenía antecedentes policiales, ni por choreo, ni por disturbios, nada. Tres meses atrás vino la Brigada a querer sacarlo a los golpes de mi casa, hicieron un despelote para buscar un arma que supuestamente mi hijo tenía guardada, no tenían orden de juzgado, ninguna autorización, nada. En enero también lo levantaron de enfrente de mi casa sin motivo.

 

Ese día cenó un reviro con huevo y salimos juntos. “Voy a la esquina y ya vuelvo”, me dijo. Mirá que anda la policía, cuidate, le respondí. Apenas llegó a la esquina, paró la policía y lo levantó. Les quisimos explicar con la mamá que él no había hecho nada pero no nos escucharon: “Si quieren explicar vayan a la comisaría” y se lo llevaron.

 

Tres horas y media después pudimos verlo, eran como las once de la noche, ahí ya se lo veía lastimado. Esa fue la última vez que lo vi con vida. Me dijo que tenía hambre, que tenía sed, que tenía frío. La policía lo rebajaba, le decía “ahora tenes miedo marica, putito de mierda” y cosas así. Ellos nos dijeron que estaba con cinco personas primero, tres de ellos asesinos, después nos dijeron que estaba sólo con uno.

 

¿Cómo van a meter a un chico por averiguación de antecedentes con tres matones? ¿Por qué no le pusieron en otra celda?

 

El juez de instrucción Fernando Verón, del Juzgado Número Dos, y el comisario me dieron a entender que por la vestimenta y tu apariencia te pueden llevar, según una nueva ley. Mi hijo tenía una musculosa de boca, un short y una campera de San Lorenzo que se la regalé hace un tiempo. Le dije al policía: ¿O sea que mi hijo no podía salir con una campera con gorra porque ya es sospechoso?

 

A las diez de la mañana me vino a buscar el patrullero. El comisario me dijo que mi hijo se colgó en el baño. ¿Cómo? Esa puerta de la celda medía dos metros y Armando medía 1.75. ¿Cómo se va colgar? A la mañana me dijeron que mi hijo estaba colgado en el baño con la campera, a la tarde cuando hago la misma pregunta al mismo policía, me dice “¿Sabes qué? Tu hijo estaba tirado en la puerta del baño, en el piso”.

 

Los chicos que se encontraban al lado del calabozo escucharon cómo él pedía socorro gritando para que lo saquen de ahí, diciendo que lo iban a asesinar. Gritó como media hora y los policías no hicieron nada: “En ningún momento su hijo grito”, me dijeron. El informe de la autopsia dice “muerte por asfixia por ahorcadura”. Hay muchas cosas raras, sabemos cómo queda el rostro de alguien que se ahorca y la cara de mi hijo no se veía así. Voy a escribir bien grande frente al juzgado: mi hijo no se mató.

 

A mi hijo lo asesinaron, lo torturaron.

 

¡Exigimos justicia por Armando!

 

 

Relacionadas