No es bienvenido un presidente que cree que la dictadura brasileña fue “un régimen democrático con algunos problemitas”, a la par de lo que opina el nuestro: “No me interesa si fueron 9 o 30 mil los desaparecidos, es una discusión sin sentido».
No es bienvenido un presidente que redujo de 29 ministerios a 22, similar al nuestro que eliminó 11.
No es bienvenido un presidente que incita a tener «una pistola por casa para combatir a los tipos malos», como el nuestro que enaltece a Patricia Bullrich y su doctrina: «El que quiera estar armado, que ande armado».
No es bienvenido un presidente que promueve la reforma previsional porque “todo el mundo puede trabajar hasta los 80 años”, calcado a lo que expresa el nuestro: “Este cambio jubilatorio generará incomodidad pero es necesario”.
No es bienvenido un presidente que recorta el 30% del presupuesto para todas las universidades federales, parecida a la visión del nuestro, que considera que “caemos en la escuela pública”.
No es bienvenido un presidente subyugado a los Estados Unidos: «Tenemos muchas cosas en común con el señor Trump”, igualito a lo que dice el nuestro: “Con el apoyo de Estados Unidos y el acuerdo con el Fondo empezamos a construir un mejor futuro”.
Pese a las distintas lenguas, hablan el mismo idioma que nos hambrea:
ambos empleados del Norte, que nos digita cómo hacer la tarea.
#NuncaMacri
#FueraBolsonaro
