En medio de bicicletas, corridas y timbas, que en vez de divertir, hipotecan a la niñez y a las futuras infancias, enfocamos #LaMiradaPoderosa en los gritos de nuestras locas y locos bajitos, amplificados por la garganta imprescindible de Piñón Fijo: “Cuando somos niños todos queremos ser superhéroes y después nos damos cuenta de que se hace imposible. Entonces, empezamos a mirar a los costados y entendemos que capaz, entre todos, podemos hacer algo heroico, como luchar por tener una sociedad más digna. Esta no es la primera crisis que viví, porque dentro de estos 30 años de Piñón existe un ser humano de 54. Para mí trasciende el tema de los nombres, porque mucha gente que cree en Macri se enojó conmigo por lo que pienso, al igual que la gente que creía en Menem en su momento. Yo pido disculpas si les molesta… pero es mi mirada, y es poderosa».