12 septiembre, 2019
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Cuestión de Hambre

 

 

 

Hay un ruido profundo que nace desde bien adentro. Un ruido perverso que nos hace doler la panza. ¿Pan? Imposible de pagar. ¿Queremos queso? ¡Hasta nos cobran los huesos! ¡Qué leche! Menos que menos. Es un ruido que no deja dormir. Un ruido a vacío… de heladera, de estómago, de desesperación.

 

¡Más de 14 millones de pobres en nuestra población!

 

Hay un ruido de bombos, de acampe, de tambores, que nace desde las entrañas. Movilizados de Sur a Norte, de Este a Oeste, en cada provincia del país hacemos ruido para que se escuche, para que nos vean, para que se oiga el ruido a cacerola pelada.

 

¡Más de 14 millones de personas sufrimos la inseguridad alimentaria!

 

Hay un ruido de palabras huecas, de palabras burdas de un gobierno que niega el hambre de la mitad de nuestras nenas y nenes, siempre a punta de pistola y con la represión como escudo de su negacionismo.

 

¡Más de dos millones de nuevos pobres, en el último año de macrismo!

 

Hay un ruido que hoy llega a la Cámara de Diputados porque no se soporta más esta crisis humanitaria.

 

Un pueblo con hambre,
gritando por la Emergencia Alimentaria.