Los Chuschagasta están pasando por un nuevo proceso judicial que es la continuidad del atropello que sufren por parte de los terratenientes que asesinaron al comunero Javier Chocobar el 12 de octubre de 2009. El mismo recibió un proyectil de arma de fuego mientras defendía el territorio ancestral de su comunidad en El Chorro, localidad de Trancas, en Tucumán, del ataque por parte de Darío Luis Amín y su socio Luis Humberto Gómez, policía retirado vinculado al comando parapolicial “Atila”.
El 24 de octubre se cumplirá un año desde la sentencia a los asesinos de Javier. Los tres detenidos están con preventiva y sin sentencia firme, mientras que la comunidad nuevamente es víctima de la familia Amín. Esta vez, transita un juicio oral iniciado por el asesino, en el que imputa a Ismael Chocobar, sobrino de Javier, por delito de usurpación.
“Esta figura de usurpación tiene que ver con la persecución individual a los comuneros y comuneras para quitarnos el derecho colectivo que nos asiste por ser pueblos originarios», explica Nancy Chocobar, vocera de la comunidad, y agrega: “el Estado argentino cuenta con un amplio marco jurídico en relación al derecho indígena», pero a pesar de eso, se encuentran atravesando procesos judiciales.
Este juicio no es un hecho aislado, sino que forma parte de la persecución y violencia ejercida hace muchos años por parte de los terratenientes, especialmente de la familia Amín. Pero además, como manifiesta Nancy, atacar a las referencias políticas como lo fue Javier Chocobar en su momento, y hoy su sobrino Ismael, es parte de la estrategia para desarticular la organización política que existe en la comunidad.
¡Afuera los terratenientes, hace siglos estas tierras tienen residentes!
