Silvia Vázquez Colque fue vista por última vez el 4 de Junio de 2017. Hace unos años había llegado desde Bolivia y vivía, junto a sus cuatro hijos, en el Barrio Lavalle de Viedma, un asentamiento que apenas cuenta con los servicios básicos. Silvia sufría violencia de género por parte de su marido Marcos Thola Dura, quien la sometía y maltrataba al punto de encerrarla en su propio hogar y apuñalarla. Ella recurrió al Consejo Municipal de la Mujer pidiendo refugio, ayuda y contención, pero no le dieron respuestas.
Ya hace más de dos años que Silvia está desaparecida y no sabemos nada de ella.
En 2017, la unidad fiscal de Delitos contra las Personas, a cargo de Paula Rodriguez Frandsen, inició la investigación para dar con el paradero de Silvia. Sin embargo, durante un año la causa no se movió. En aquel entonces, la fiscal Frandsen no vinculó la desaparición con los sucesos previos en los que Marcos Thola fue inicialmente procesado con prisión preventiva por haber apuñalado a su mujer, pero luego puesto en libertad al considerarse que las lesiones causadas con las puñaladas, eran leves. En ese momento, se le otorgó a éste la custodia de los 4 hijos de la pareja.
En Junio de 2018, el abogado de la familia de Silvia, Flavio Igoldi, presentó una denuncia penal contra el marido de la mujer desaparecida y solicitó su detención. El testimonio de Beatriz, mamá de Silvia y querellante de la causa, fue fundamental ya que se detalla en la denuncia que Thola fue la última persona que estuvo con Silvia. Pese a los pedidos de auxilio para dar con el paradero de Silvia, ni el Municipio de Viedma, ni el Consejo Provincial de la Mujer dieron respuestas. No hicieron nada. De hecho, fue gracias a las organizaciones feministas de Viedma que se pudo financiar el viaje de Beatriz a la capital rionegrina.
Laura Azanza, presidenta del Consejo Provincial de la Mujer y el Gobierno Provincial tienen que explicar por qué no quisieron resguardar la vida de Silvia ni salir a buscarla.
El pasado 10 de octubre, Marcos Thola fue declarado culpable por el femicidio de Silvia, delito que implica una condena de 25 años según el juez Marcelo Álvarez que lo consideró homicidio agravado por el vínculo y mediando violencia de género. La acusación fiscal estipula que, entre las 22 del 4 de junio de 2017 y las 9 del día siguiente, mediante “un procedimiento violento, que no es posible precisar; en un sitio no determinado con exactitud, pero ubicado en la ciudad de Viedma dió muerte a su ex pareja, ocultando luego de este acto el cuerpo de la víctima para que este no pudiera ser encontrado”.
Sin duda este fallo inédito es un respiro para la familia y para la comunidad. Sin embargo, nosotras seguimos impulsando nuestro reclamo, preguntando y gritando en cada barrio, en cada asamblea y en cada garganta ¿dónde está Silvia Vázquez Colque?