Lo lograron. Una vez más, hicieron camino al andar. Recorrieron más de 280 kilómetros en 9 días, levantando las banderas de la dignidad originaria, en representación de los 60 pueblos que integran la Asamblea de Comunidades Indígenas Libres de Jujuy. Sin mirar atrás, poniendo el cuerpo con las wiphalas en mano. Bajaron de los cerros, de la Quebrada y la Puna para hacer escuchar las voces milenarias que en cada paso nos enseñan a luchar por el agua.
La cuarta caminata en defensa del agua y la vida inició en la localidad de Yavi el 4 de octubre. Pasando por La Quiaca, Piedra Negra, Abra Pampa, Negra Muerta, Hornaditas, Humahuaca, Yacoraite, Huacalera, Azul Pampa, Angosto del Perchel, Tilcara, Purmamarca, Tumbaya, Volcán, León, Reyes, hasta entrar al sonido de zampoñas y quenas a San Salvador de Jujuy el pasado 12 de octubre, fecha en que se conmemora el Día por la Diversidad Cultural. Para nada casual, fue un mensaje de concientización a un sector de la sociedad indiferente ante las problemáticas que aún viven las comunidades del norte. Frente a un gobierno provincial que viola sistemáticamente sus derechos a través de instrumentos legales como la Ley 5915 que concede el uso y la explotación del territorio indígena para proyectos vinculados a la generación de energía eléctrica a empresas privadas, sin la necesidad de cumplir con el consentimiento pleno, libre y basado en la información de las comunidades que allí viven. En rechazo a esta Ley las comunidades concentraron en la Legislatura provincial, y posteriormente se dirigieron a la Casa de Gobierno, para que ambos poderes del Estado tengan muy claro que no pudieron. Y que no podrán.
«El vocablo quechua ‘Qhapac Ñan’ es con el que se nombra a la caminata y significa ‘camino’ en referencia al que nuestros antepasados nos han dejado marcado, porque esta es una lucha que vienen dando muchas y muchos hace cientos de años. Hoy nos encontramos nuevamente ante una situación de emergencia, peleando por lo que es nuestro, frente a la invasión de nuestros territorios y la violación de nuestros derechos. Nosotros siempre hemos querido dialogar pero el Gobernador sigue haciendo oídos sordos a pesar de que hayamos presentado decenas de notas y pedidos de audiencia”, Florencia Solís, vecina de Laguna de Pozuelos.
Además de exigir la derogación de la Ley inconstitucional que desconoce la preexistencia de los Pueblos Originarios que habitan la provincia, la asamblea denuncia que la Secretaría de Asuntos Indígenas, presidida por Natalia Sarapura y creada por Gerardo Morales al poco tiempo de asumir como Gobernador, no los representa, sino todo lo contrario. Es una pantalla con el fin de saquear los recursos naturales aparentando que el Estado está presente, que incluye y que escucha las demandas de las comunidades.