Poder o no poder, ésa es la cuestión, poder sin patrón, poder lo que nunca pudieron, poder La Paz, poder un grito, poder un pan, volvieron y volverás, ¡Evito Capitán! Se puede tributar durante décadas a la moral del régimen colonial, celebrar la doble vara o fusilar al Che Guevara, sin dinamitar la hidalguía, ni el acompañamiento, ni la simpatía occidental, ¡pero guarda con desarrollar la economía un 4,9% anual! Se puede disfrazar cualquier falacia como democracia o cualquier hermano como tirano, someternos a un infierno o imponernos un dios, ¡pero nada de aumentar el Producto Bruto Interno un 4,2! Se puede vaciar la billetera del Cerro Rico, regar de sangre minera hasta el último pico, precarizar el trabajo, demonizar la memoria y talar de raíz, ¡pero qué horror el índice de indigencia más bajo en la historia del país! Se puede descuidar al hambre, la salud, el amor multicolor de la chola, ¡pero qué horror descuidar a la Coca Cola! Se pueden proyectar espejitos como gritos de la verdad, se puede sepultar la plurinacionalidad, se pueden callar todos juntos y se puede regar el racismo, ¡pero no se pueden matar 11 puntos de analfabetismo! Y no, seguro no faltarán quienes abonarán al desconcierto, pues estén o no estén en lo cierto en sus observaciones ante inciertas determinaciones, ya estamos de frente a un Golpe Militar, como ésos que nos juramos no volver a soportar, Nunca Más, ni aquí, ni en La Paz, ni en la guerra que hoy le han declarado a la Tierra, siempre defendiendo ese “orden natural”…
Que nos vean resistiendo,
¡cinco siglos igual!